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Oportunidades latentes

Los actuales procesos de acreditación
en los que se encuentra la Universidad,
a nivel local e internacional, no
deben ser vistos como un ejercicio
puntual cuyo fin es cumplir con una regulación
o lograr conseguir situarnos en un puesto
importante dentro de un ranking local.
La razón de ser de este tipo de procesos, y
así lo entiende la Universidad, es que a través
de ellos podamos identificar oportunidades
de mejora que nos permitan desarrollar
planes de acción concretos y sostenibles.
Al hablar de mejora continua, se debe
pensar en procesos claves que generen valor
y, por tanto, sobre ellos enfocar nuestros esfuerzos
y recursos.
Si se realiza un análisis objetivo de los resultados
que se desprendan de los procesos
de acreditación y si adicionalmente se toman
decisiones adecuadas, es fácil deducir
que estamos a las puertas de cambios trascendentales.
Nuestros planes de acción derivados de
los diagnósticos de las acreditaciones deben
mantener un balance, de manera que sigamos
siendo eficientes en nuestras actividades
actuales sin despegar en ningún momento la
mirada en la sostenibilidad de la institución
en el largo plazo.
El prestigio de una Universidad se lo construye
paso a paso y es algo que toma tiempo y
esfuerzo. Los cambios que realicemos sobre
los resultados de las acreditaciones serán determinantes
en este camino.