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Una computadora como padre

La Genómica (estudio integrado de los genes y sus funciones) se ha desarrollado vertiginosamente y estamos a las puertas de cambios trascendentales en la comprensión de las enfermedades y su combate. El llamado padre de la genómica, Craig Venter, científico estadounidense, acaba de plantear en su ponencia en el festival “La Ciudad de las Ideas”, que se desarrolla en la Universidad Autónoma de Puebla, la “Teleportación biológica”.

Venter anunció en 2010 que logró descifrar el código genético bacteriano y sintetizó artificialmente un ADN funcional, con capacidad de reproducirse y ser modificado de acuerdo al diseñador para, caprichosamente, producir proteínas individualizadas. La bacteria “Syntia” fue la primera con ADN artificial y significó una revolución en la ciencia, la filosofía y las religiones, que vieron en la manipulación genética ya la herramienta para mejorar la calidad de vida o ya la maldición que cuestiona el origen de la vida. Previamente, el genetista diseñó un cromosoma artificial que logró transmitirse durante 200 divisiones celulares y cumplir su función.

Hoy la ingeniería genética da un paso más. Para Venter, “estamos empezando a entender la base de la vida. En 2003 iniciamos con la creación de una base genética que nos permitiera matar a las bacterias; en 2008 logramos crear el primer cromosoma sintético y después hicimos el primer organismo vivo sintético que fue la primera especie en el planeta que tuvo una computadora como padre”.

Tener una computadora como padre es prometedor. El ADN es como un software de información al que se podrá acceder desde cualquier parte del mundo, a través de la teleportación de organismos.

Se enviará por Internet la secuencia genética artificialmente diseñada para que otra máquina construya el organismo vivo requerido. Un virus o bacteria, una vacuna genética, e incluso información transmitida por sondas espaciales, serán decodificadas de esta manera; podrá, por ejemplo, rediseñarse la vida marciana, de haberla. Ya plantean, el mismo Venter, la NASA y financistas privados, buscar ADN extraterrestres y patentarlos.

Esta metodología de diseño genético involucra intereses comerciales. Las máquinas diseñadoras de organismos serán extremadamente caras y poco accesibles a los países económicamente débiles. Pero la tendencia de los científicos que abogan porque los genomas naturales no tengan dueño se contrapone con la tecnología del diseño de ADN y la síntesis de organismos, que revitalizará, con fuerza, las patentes y la dependencia científico-tecnológica. ¿Hacia dónde iremos como país?

Autor: César Paz y Miño

Fuente: www.telegrafo.com.ec