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El cine es analizado a través de los ojos de los estudiantes

El aislamiento de Steve McQueen

 

Brutalmente honesta. Así fue calificada por muchos especialistas la última película ganadora del Oscar, 12 Years a Slave. El aclamado director de la cinta, Steve McQueen (nada que ver con el famoso actor de los 70’), ya había causado similar reacción en el festival de Venecia de 2011 con su segunda obra: Shame.

El film narra la historia de Brandon interpretado por Michael Fassbender, un soltero neoyorquino que pasa viendo pornografía, teniendo relaciones con prostitutas y masturbándose, tanto en su casa como en el trabajo. ¿Es un adicto al sexo? Más que eso, Brandon es un prisionero de su propio cuerpo. El sexo ya no termina en placer, sino en culpa, lo que lo lleva a sumergirse en un profundo aislamiento. Shame es una obra que refleja nuestra sociedad hipersexualizada.

Otro tipo de aislamiento abordó McQueen en el 2009, con su ópera prima Hunger. Basada en la historia real de Bobby Sands, un miembro del IRA encarcelado bajo el régimen thatcheriano. La cinta relata la lucha por los derechos políticos de los reclusos mediante una huelga de hambre liderada por el propio Sands. La brutalidad de la historia contrasta con una estética minimalista, que McQueen borda cuidadosamente en la película.

El anterior año, McQueen estrenó su última obra, 12 Years a Slave, en base al libro escrito por Solomon Northup, en 1853. La película recrea el secuestro y la posterior venta de un afroamericano a vísperas de la guerra civil estadounidense. El director británico vuelve a abordar el aislamiento, esta vez bajo la temática de la esclavitud. El principal mérito de la cinta es el uso de la puesta en escena, siempre en pro de la trama.12 Years a Slave fue premiada con un Oscar a mejor película.

De esta forma, el medio cinematográfico reconoció a Steve McQueen por su afán de retratar sin tapujos el aislamiento humano. Sin duda, tal galardón refleja que la verdad emocional debe ser la herramienta principal de un realizador.

Santiago García M.

Estudiante de la Escuela de Cine – UDLA