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El límite urbano de

Quito está trazado desde el Pichincha hasta el Atacazo

Compartimos la noticia publicada por Diario El Comercio en la que Mauricio Moreno, Decano de la Facultad de Arquitectura, habla sobre los límites de Quito.
Mira la noticia original aquí.

La lojana Beatriz Criollo Soto, de 56 años, tenía el mismo sueño que buena parte de la población: adquirir una casa propia. Cada vez que pasaba frente a una construcción pensaba: “Cómo quisiera comprar un terrenito. Aunque sea tapados con plástico viviríamos ahí, mis ocho hijos y yo”. Lo recuerda 11 años después de que cumpliera su meta, de pie, junto a un mojón de cemento, que indica que su propiedad está en el límite urbano de Quito. En la estructura se lee: “Protejamos el Pichincha, protejamos nuestra vida”. A 7,5 kilómetros del Mercado Mayorista, en camioneta, se llega a San Alfonso, un barrio ubicado sobre La Ecuatoriana, en el extremo sur. En este sector y en otros alrededor de este, como Manuelita Sáenz y Nuevos Horizontes, se observan gallinas, cerdos, vacas e incluso caballos.

Pese al aspecto rural, los buses del corredor sur occidental llegan hasta allí. En estos días, en esa zona, el Municipio ha colocado postes de hormigón en azul y rojo. Y próximamente extenderá una malla entre ellos. El objetivo es que la línea que separa la zona urbana de la rural o del área de protección no sea imaginaria. El cerramiento físico es una advertencia, para que no se lotice sobre esa demarcación. El crecimiento urbano descontrolado y la expansión de barrios que ejercen presión sobre áreas naturales ha preocupado a varios alcaldes. En los últimos 15 años, Quito ha perdido 2 500 hectáreas de las 12 000 que sumaban las áreas naturales en el eje Pichincha – Atacazo (occidente), según el Programa de Saneamiento Ambiental de la Empresa de Agua Potable.

Por eso, desde hace un año y medio se colocan límites físicos en ese perímetro urbano. En el 2013 se avanzó en el norte, en 6 kilómetros, en la Roldós, Pisullí, Atucucho… Desde enero se trabaja en el sur, en un área de 13,5 kilómetros, divididos en tramos, en función de barrios, quebradas y accidentes geográficos. La tarea terminará en noviembre. Además, en estas semanas, se avanza en un proyecto para que el límite urbano pueda ser visto desde cualquier punto de la ciudad, en el día y en la noche. El único detalle que se reveló fue que será luminoso. Aún se analizan opciones sobre la fuente de la luz y diseño. De la forma de demarcar el perímetro se ha discutido por décadas. En los setenta, cuando el exalcalde Sixto Durán Ballén construyó la Occidental se decía que esa avenida sería el límite de crecimiento de la capital. Incluso, hubo un debate, en el que intervino el Colegio de Arquitectos. ¿Por qué? Un grupo de expertos advertía que la nueva vía fomentaría la expansión, lejos de impedirla.

Alberto Rosero, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda, evoca esa polémica. Él muestra en un mapa cómo ha crecido la ciudad. En 1888, Quito era una mancha de 317 hectáreas, hoy se extiende sobre 37 269. A partir de 1946 surge la tendencia de crecimiento hacia el norte… ​ 4 voces apoyan que el Municipio maneje el suelo El crecimiento de la ciudad será solo hacia arriba hasta el 2022 La gran expansión se produce entre 1971 y 1983, por el ‘boom’ petrolero. Luego hubo una estabilización y un proceso desordenado de ocupación del territorio, que ahora produce problemas de movilidad. Zonas consideradas de descanso, el valle de Tumbaco y Cumbayá, se empezaron a poblar. El problema, señala Rosero, es que “Quito pudiera seguir creciendo por el lado equivocado” y eso trae riesgos. En 1975, La Gasca enfrentó un aluvión, que provocó muertes. Ciudadanos fueron arrastrados hasta la av. 10 de Agosto. Ahora se cuidan las quebradas. Que el agua se acumule es una amenaza pues cada metro cúbico pesa una tonelada. La necesidad de encontrar techo a bajo costo ha cambiado los parámetros para fijar el límite urbano. Hasta los setenta, la cota de agua era la referencia.

El decano de Arquitectura de la UDLA, Mauricio Moreno, cuenta que la cota definía hasta dónde se podía proveer de agua a través de tuberías. Pero eso perdió sentido por asentamientos que sobrepasaron la franja de 2 900 m. Hoy está sobre los 3 100 m, en puntos, hasta los que el líquido llega con esfuerzos y altos costos, pues el suministro no debería ir contra la gravedad. María Luisa Condemaica, de 49 años, compró su terreno en Nuevos Horizontes, también sobre La Ecuatoriana, en 300 000 sucres. Ella tiene ocho hijos, su esposo es albañil. Recuerda que hace 24 años caminaban hasta una quebrada, para acarrear agua en pomas y lavaban la ropa en las vertientes. Su vecina María Rosario Amaguaya, de 83 años, no sabe por qué a dos metros de su casa colocaron los postes. Beatriz, de San Alfonso, supone que la demarcación es una alerta. No cree que alguien se ubique sobre la quebrada junto a su casa. En el lugar pastan vacas, que acaban con sus geranios. En el 2003, la casa le costó USD 11 500. Los reunió cuando su esposo trabajó en España.

Antes sufría para arrendar cuartos para ella y sus ocho hijos. El mayor cumplió 36 y el menor 15. “Aunque esté en el cerro, esto es propio”, anota. El Municipio trabajará con ellos, que están dentro del límite urbano, para que sean guardianes. Y los alerten en caso de que lleguen otros lotizadores. Entre el 2010 y el 2013, 300 ha se sumaron al suelo urbano, en las Laderas de Pichincha. Ese suelo antes era considerado rural. Hasta el 2008, el incremento fue de 100 ha, según la Secretaría de Territorio. La Constitución y el Código de Ordenamiento Territorial determinaron que existen dos tipos de suelo: urbano y rural. Antes se clasificaba en urbano, urbanizable y no urbanizable.

La Unidad Regula tu Barrio indicó que desde el 2009 hasta el 2013 se legalizaron 230 barrios. Quedan 200 por revisar. El plan era regular a 80 más hasta diciembre, el cambio de administración retrasó todo. En esos 200 barrios hay conflictos por tráfico de tierras, quienes reclaman la propiedad no tienen documentos mientras otros poseen promesas de compraventa. Esta Alcaldía deberá afinar un mecanismo para usar el artículo sobre expropiación especial. La prioridad es para barrios con entre 15 a 40 años de existencia, con al menos el 30% de ocupación y consolidación.