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Las travesuras sobreviven en el tiempo

Compartimos la noticia publicada por Revista Familia, en la que Alegría Crespo, directora de Educación Inicial Bilingüe UDLA, habla sobre las travesuras de la niñez.
Mira la noticia original aquí.

Por: Andrea Gordón (I)

Comportamiento sens las diabluras tienen una connotación de risa y se pueden realizar en cualquier momento, incluso cuando se es adulto.
Rayar las paredes de la casa, cortarse el pelo, esconder la ropa de sus hermanos o preparar comidas extrañas son algunas de las travesuras que a los niños se les ocurre a menudo.
En ocasiones estas acciones pueden sacar más de una risa a los padres o simplemente hacerlos enojar por las consecuencias que pueden tener. Las travesuras infantiles tienen un tinte de picardía y son parte de la evolución de la conducta infantil. Sin embargo, algunos niños imitan los actos que miran de los adultos.
Por ejemplo, si un niño de 2 años mira que su madre se pone todas las mañanas cremas, el pequeño probablemente repita esta acción. Pero en vez de utilizar estos productos puede tomar cosas de la cocina, como aceite o harina.
Alegría Crespo, directora de Educación Inicial Bilingüe de la Universidad de las Américas (UDLA), indica que las travesuras se relacionan directamente con la curiosidad pero varían de acuerdo con la edad y la personalidad, ya que hay niños más inquietos, más curiosos y más desafiantes que otros.
“Estas acciones pueden ocurrir a lo largo de toda la vida cuando se es adolescente, incluso en la etapa adulta”.
Pero ¿los tipos de travesuras han cambiado con el tiempo? Crespo indica que no se pueden comparar las travesuras de los abuelos o de los padres con las de los niños actuales, ya que con la tecnología a la mano los pequeños pueden conseguir más ideas en Internet.
La especialista indica que los padres deben explicar a sus hijos las consecuencias de sus acciones mediante el diálogo, porque hay travesuras que pueden causar accidentes. Esto se debe trabajar con mayor énfasis en la etapa de la educación inicial, ya que los niños hasta los 6 años establecen y moldean su carácter. F