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Edición genética y antirretrovirales son hitos en la lucha contra el sida

Compartimos la noticia publicada por Diario El Comercio en la que David Larreátegui, docente UDLA, habla sobre la lucha contra el sida.
Mira la noticia original aquí.

Seres humanos resistentes al virus del VIH-sida. Hasta inicios de este año, la idea parecía descabellada. Pero un estudio del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, en EE.UU. hizo que el mundo científico se atreviera a pensar que puede ser posible.

El experimento consistió en la modificación genética de las células donde se aloja el virus del VIH, para hacerlas resistentes. El estudio, aplicado a 12 pacientes, se inspiró en algo que los científicos descubrieron en la década de 1990, según The New York Times.

Entonces, se identificó a un grupo pequeño de personas que era inmune a la infección del VIH gracias a una mutación accidental. No tenían una proteína, la CCR5, que da al virus un punto de apoyo. Por lo que se ensayó una ‘edición’ de las células para sacar esa proteína y así lograr una inmunidad.

El virus no puede entrar en la célula. Catalina Salinas, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Metropolitano, dice que es una noticia alentadora, aunque aún lejana para aplicar en el día a día de los pacientes. Habrá que esperar todavía varios años para que se desarrolle y pueda ser accesible.

Hasta ahora, agrega, el mayor avance científico para combatir el virus se ha dado en el campo de los antirretrovirales. En 1996 apareció un tratamiento efectivo que marcó un hito. Por primera vez se constató que las personas podían vivir como cualquier otra si seguían el tratamiento.

Implicó, además, romper con la idea de que el VIH–sida era una sentencia de muerte. En esto juega un papel fundamental la detección y atención temprana. El año pasado, las autoridades sanitarias de Estados Unidos anunciaron la cura de un bebé portador.

Lo llamaron ‘El Bebé de Misisipi’. Él recibió un tratamiento agresivo con antirretrovirales apenas nació y resultó efectivo. De ahí se han registrado otros casos que abren la puerta a una cura futura. El problema con los antirretrovirales, según Salinas, es que no siempre se los toma con disciplina.

Deberían ser ingeridos por los pacientes todos los días, pero el paciente lo hace dos o tres veces por semana. Así, el virus muta y se hace más difícil de tratar. También puede originar resistencia, lo que empeora el estado de salud. Los antirretrovirales han resultado ser efectivos incluso en la prevención.

Paulina Celi, infectóloga del Hospital de las Fuerzas Armadas, dice que las personas ahora pueden tomar una pastilla (un tipo de antiretroviral) antes de tener una relación sexual y reducir hasta en un 46% el riesgo de contagio. A este método se le conoce como profilaxis tras exposición, y es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ayer (1 de diciembre), en su informe anual que presentó por el Día Mundial de la lucha contra el Sida, el organismo volvió a recomendar el uso de antirretrovirales sobre todo en poblaciones de alto riesgo. Es decir: trabajadoras sexuales, hombres que tienen relaciones con hombres, prisioneros, personas que usan drogas y, en general, quienes tienen una vida sexualmente activa.

14 millones de personas en el mundo reciben actualmente tratamiento contra el VIH. David Larreátegui, especialista en infectología de la Universidad de las Américas, dice que el sida ha sido el mal que más recursos e inversión ha demandado del mundo. En un principio, en busca de una vacuna que hasta ahora no se ha podido conseguir.