Compartimos la noticia publicada por Diario El Comercio en la que Alegría Crespo, Directora de la carrera de Educación Inicial Bilingüe UDLA, habla sobre la importancia de fomentar la motricidad fina en los niños.
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Se acercan las fiestas navideñas y las tiendas de juguetes se llenan con el objetivo de conseguir el obsequio perfecto.
Carla Vera tiene dos hijos: Camila de cinco años y Rubén de 12. Desde hace dos semanas ha visitado varias jugueterías en busca del mejor regalo. Esta es la primera vez que no sabe qué comprar ya que los artículos que adquirió los años anteriores no han llamado la atención de sus hijos.
Para Belén Alarcón, psicóloga infantil, los niños de ahora buscan objetos cómodos que puedan ser transportados a cualquier lugar pero que no pierdan su esencia de diversión y que les permita desarrollar su imaginación. Además, les atrae los juegos que implican retos a cumplir como los experimentos y juegos de mesa.
Una de las recomendaciones antes de comprar un juguete es conocer la personalidad y la edad del niño. También es importante pensar en la utilidad que se le dará al objeto. Por ello es importante ver el etiquetado de las cajas con la edad a la que están destinados.
Ya que un niño de menor de tres años no jugará con un carro eléctrico al igual que uno de 10 años. Sin embargo, Alarcón indica que la simplicidad de los juguetes es una buena estrategia para desarrollar la creatividad. La Navidad pasada, Carla le regaló a su hija unos cubos que se prendían cada vez que los tocaba.
La niña solo jugó durante una semana y después lo guardó en el armario de su cuarto. Los juguetes no solo deben aportar entretenimiento sino también aprendizaje. Por ello la madre de Camila optó por comprar pinturas, plastilina e instrumentos musicales.
Para Alegría Crespo, directora de Educación Inicial Bilingüe de la Universidad de las Américas (UDLA), los padres deben buscar juguetes que fomenten la motricidad fina. “Hay artículos que no han pasado de moda como la plastilina y son una buena alternativa para que los pequeños desarrollen el tono muscular y las capacidades motoras”.
Además es ideal para ejercitar y mejorar la escritura. Sin embargo, uno de los mayores errores que se comete es otorgar un género a los juguetes ya que esto crea estereotipos en los que se establece que las niñas solo deben jugar con cocinas o muñecas y los hombres solo con carros.
Además, hay juguetes que de forma indirecta pueden influir en los niños mostrándoles una apariencia o una conducta diferente a la realidad y distorsionada como son los juguetes bélicos. “Los padres deben entender que los juguetes no tienen sexo. Si una niña quiere jugar con un carro o con muñecos de acción no significa que va a perder su valor como mujer.
Estos son gustos que cada uno desarrolla en la infancia, explica Alarcón. Varios estudios psicológicos han demostrado que los niños que han jugado de forma libre con muñecas, cuando son adultos son más cariñosos y más atentos del cuidado de sus hijos.
Ya que los muñecos al igual que los peluches son juguetes afectivos y permiten que los más pequeños puedan expresarse fácilmente. Además son una buena alternativa para que los pequeños comprendan el rol que desempeña papá y mamá en la casa y en el cuidado de los hijos.
Recientemente, a escala mundial se presentó una muñeca diferente a las convencionales. El diseñador estadounidense Nickolay Lamm creó a Lammily, una muñeca ‘anti-Barbie’ con imperfecciones y proporciones ‘más humanas’ tomadas del American Centers for Disease Control que indican que, en promedio, una mujer tiene una cintura de 95.2 centímetros y con un peso de 73.5 kilogramos.
El precio es de USD 25 y hasta la fecha ya ha sido solicitada por más de 19 000 compradores. Una de las características de la muñeca es que los niños pueden pegar varios accesorios como pecas, acné y estrías.
Además, el nombre podrá ser seleccionado por su propietario ya que las muñecas tendrán un pasaporte que permita darle un nombre. Para Crespo, los padres deben escoger juguetes que fortalezcan la creatividad de los niños y mantengan su inocencia en todo momento. Además los adultos deben compartir espacios de juegos con los niños.
