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El suplemento alimenticio se debe consumir bajo vigilancia médica

Compartimos la noticia publicada por Diario El Comercio en la que Nancy Flores, docente UDLA, habla sobre los suplementos alimenticios.
Mira la noticia publicada aquí.

Pastillas, píldoras y polvos. Cada vez están más presentes en centros naturistas, farmacias y supermercados. Se trata de suplementos alimenticios que se venden con la promesa de mejorar la salud, combatir el cansancio, bajar de peso o ganar musculatura.

Es lo que se ve en sus etiquetas. Pero, ¿qué tan beneficiosos pueden ser? Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) si se toman con acompañamiento médico pueden ayudar a compensar nutrientes necesarios para el organismo y reducir el riesgo de males.

Pero el problema, según Nancy Flores, máster en nutrición y alimentos y docente de la Universidad de las Américas (UDLA), es que las personas no tienen el hábito de acudir a un especialista. Lo compran por recomendación de un familiar o amigo que los usa o vende y por las publicidades.

Pero es esencial hacerse un examen bioquímico para determinar los nutrientes que les faltan a los pacientes. Los riesgos de saltarse ese paso pueden ser daños cerebrales, arritmia o derrame, según la FDA, siempre que se den condiciones específicas.

Por ejemplo, abusar de las dosis de los suplementos; mezclarlos con medicamentos o combinarlos. Cada organismo reacciona de forma particular. Fernando Guerra tiene 35 años y empezó con el consumo de suplementos para perder peso hace seis meses.

En un inicio sintió que adelgazó, pero luego tuvo el efecto contrario. Un especialista le indicó que el consumo de suplementos fue inadecuado ya que él consumía diferentes dosis todos los días. Ganó más masa muscular.

“Ahora estoy en un centro para bajar de peso; con una dieta balanceada y hago ejercicio”.  A diferencia de los medicamentos, los suplementos no pueden tratar, diagnosticar, prevenir ni curar enfermedades ya que por lo general son vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos, entre otros, según la especialista en nutrición Verónica Andrango. ​

Por eso recomienda seguir una dieta saludable, lo que evitará que el organismo necesite de suplementos. La pirámide nutricional (ver infografía) es una buena guía a seguir. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos 15 años la venta de multivitamínicos en el mundo se multiplicó por 20 y la de alimentos enriquecidos, por 17.

Flores indica que están dirigidos a mayores de 65 años, mujeres en edad fértil, niños menores de cinco años, mujeres en período de lactancia… La OMS los recomienda en determinados casos. Por ejemplo, en mujeres en etapa fértil (menstruando), que residan en un país donde la prevalencia de anemia en esta población se encuentre por encima del 20%.

Deben recibir intermitentemente hierro y ácido fólico. Martina Porras tiene 23 años y es estudiante universitaria. Desde hace cinco años es crudivegana (se alimenta de comida cruda, hortalizas, hojas verdes comestibles…).

En el primer mes que adoptó el cambio sufrió desmayos. “El médico me indicó que me hacía falta la proteína de las carnes. Me recomendó los suplementos alimenticios con el hierro y la vitamina B12”. También, las personas cuyo organismo no tolera determinados alimentos pueden necesitarlos.

Pero en mujeres embarazadas no es aconsejable que ingieran un suplemento con mucha vitamina A, porque puede afectar al bebé. Y los medicamentos para el VIH/Sida, las cardiopatías y las píldoras anticonceptivas pueden ser menos eficaces cuando se toman con suplementos hechos con la hierba de San Juan.

No crea en publicidades que ubican al suplemento como un remedio a males graves. El suplemento en polvo se utiliza para aumentar el contenido de micronutrientes en lactantes. La OMS recomienda micronutrientes para aumentar las reservas de hierro y reducir la anemia.