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Vivieron la experiencia UDLA con beca y hoy son profesionales

Nicolás Cano y Daniel Sarmiento, graduados de la Tecnología en Grabación y Producción Musical, realizaron sus estudios en la UDLA gracias a una beca conseguida por su puntaje en el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES).

Nicolás y Daniel se vuelven a encontrar desde diciembre, mes en el que ambos se graduaron de la Tecnología en Grabación y Producción Musical, después de tres años de carrera. Los dos bromean un rato y recuerdan como accedieron a la UDLA.

Ambos obtuvieron una beca del 100 % por excelencia académica y son parte de las 473 becas que hasta ahora ha entregado la UDLA desde el 2012 en convenio con la SENESCYT.

Nicolás Cano tiene 21 años y está muy contento de haber culminado esta carrera. Mientras conversa recuerda cómo ingresó a estudiar en la UDLA y cómo consiguió obtener una beca completa. Él comenta que salió del Colegio Eufrasia y rindió el Examen Nacional para la Educación Superior (ENES), con el fin de acceder a la Universidad.

Nicolás recuerda que obtuvo 835/1.000 puntos y escogió uno de los dos cupos que la UDLA ofertaba para ésta carrera. Luego dio un examen adicional para acceder a la beca del 100 %.

“Nadie te obliga a estudiar producción musical. Los padres por lo general te dicen que para qué vas a estudiar eso, te vas a morir de hambre y cosas así. Por eso si lo haces, tienes que hacerlo con gusto porque es d​e lo que quieres vivir”, sostuvo Nicolás Cano.

Nicolás además de ser ahora un productor musical también es músico y aunque tiene claro que el camino no será fácil en el campo laboral, piensa que con lo vivido en la UDLA luchará por conseguir sus sueños.

​​”En esta carrera se rompen tabúes, empiezas a escuchar música que antes no lo hacías, bandas que te gustaban te dejan de gustar por el trabajo que hay detrás”, manifestó.
El promedio que debían obtener Nicolás ​y David era de 8.5/10 para mantener la beca y ambos lo lograron hasta diciembre de 2015, fecha en la finalmente se graduaron.

Nicolás siempre vivió en Quito por lo que no tuvo mayor inconveniente en adaptarse a la vida estudiantil y laboral. Ha sido muy duro conseguir uno de sus objetivos, graduarse, y está trabajando por cumplir su segundo sueño ser un músico consagrad​o.

“Mi experiencia en la UDLA fue enriquecedora porque considero que los profesores no solo transmitían conocimientos, sino que nos enseñaban con sus experiencias y esto hacía que aprendamos más rápido la teoría, para ponerlo en práctica en los trabajos de clase y en la vida laboral”, acotó Nicolás Cano.

Daniel Sarmiento tiene 23 años y es otro de los estudiantes que se graduó de tecnólogo en Grabación y Producción Musical. Su experiencia fue diferente a la de su compañero, ya que el rindió el ENES después de haber pasado por otra universidad.

Finalmente se decidió por la UDLA, sabía que para él sería un reto enorme y logró una beca del 100 % que debía mantener con un promedio acumulado de 8.5/10 durante los tres años de carrera.

“Se me hizo muy difícil sostener la beca porque venía de estudiar Electrónica en la Politécnica y lo mío siempre fue la parte teórica y técnica de producción. Pero la mayoría de mis profesores eran músicos y se me complicó conocer de los conceptos musicales. Pero mi objetivo fue ser el mejor en la parte técnica a pesar de ser menos bueno en la parte musical”, comentó Daniel Sarmiento.

​Daniel era un apasionado de la m​​​úsica electrónica pero con el pasar del tiempo se interesó por otros géneros y esto era un síntoma del ir aprendiendo en clase y de autoeducarse.

“Cuando empecé a estudiar me dejó de gustar un poco la música electrónica porque no tenía muchos conceptos de producción y empecé a apreciar otros géneros como el rock, especialmente el hardcore”, dijo Daniel Sarmiento.

​​Daniel, a diferencia de Nicolás, tuvo que luchar mucho para acoplar su vida laboral con la estudiantil. Él vive en Guayllabamba y cuando fue estudiante trabajaba de manera independiente en electrónica, por lo que viajaba fuera de la ciudad. Él no tenía horarios en su trabajo, pero para estudiar y mantener la beca que le brindaba la UDLA, tuvo que ordenar su agenda y convivir con el trabajo y el estudio.

Muchas veces tenía que, en el mismo día, ir a Ibarra a la madrugada y regresar a al Campus Granados a las 18:00 para asistir a clases, presentar un trabajo o rendir un examen.

“Es difícil trabajar y estudiar porque tienes doble responsabilidad. Por suerte cuando estudiaba hacía trabajos independientes, donde no tenía horario, pero me tocó aprender a manejar mejor mi tiempo y cumplir en las dos partes”, conversó Daniel Sarmiento.

Lo que más valora Daniel de su estancia en la UDLA es la calidad de los maestros que tuvo, ya que fueron ellos quienes le trasmitieron sus conocimientos, pero también le enseñaron a autoeducarse para no quedarse con lo que se aprendió en clase. Eso lo aplica ahora en su trabajo, ‘Purple Sound’, un estudio de grabación de uno de sus docentes de primer semestre. Daniel también está montando su estudio de arreglo para empezar a producir independientemente y espera tener un estudio de grabación completo.​

“La experiencia en la UDLA f​​ue agradable, el trato era distinto, personal y amable. En mi caso que venía de otra universidad pude hacer la comparación y hoy puedo decir que no me equivoqué en estudiar en la UDLA”, mencionó Daniel Sarmiento.

La experiencia UDLA:

“Estudiar en la UDLA es como estar en familia, aunque suene a cliché, el trato es diferente y el nivel académico es igual o mejor que en otras universidades”, indicó Nicolás Cano.

“En la UDLA los docentes no solo llegan a dar su clase y se van, sino que te comparten sus experiencias y te obligan a autoeducarte para ser mejor cada día”, acotó Daniel Sarmiento.

Estos son los dos primeros casos de graduados con beca UDLA en Convenio con la SENESCYT que se entregan al 100%. Hasta la fecha se han entregado 333 becas por excelencia académica y 140 por política de cuotas (pertenecientes a personas de sectores vulnerables del país).

Redacción OMNIA