Con sus togas y birretes los graduados de la Facultad de Posgrados empezaron a llegar a su alma mater. Se reencontraron con sus compañeros de aula luego de no haberlos visto por algunos meses. Esa era la última foto que se tomarían juntos dentro de la Universidad y además era un momento que debía ser plasmado en cámara.
Era la última foto y allí no podía faltar el que siempre pone un toque de humor en el momento más solemne, la más estudiosa del grupo, los más serios y la que es mejor amiga de todos. Todos fueron compañeros de aula y entre nervios y sonrisas, hoy sábado 12 de marzo de 2016, se incorporaron de las diferentes maestrías que ofrece la UDLA.
“Estamos orgullosos. Te deseamos más éxitos”. Así se expresaban vía Twitter los felices familiares de los graduados, a través del hashtag #gradosudla.
Los invitados a este evento se abrían espacio entre las sillas para tomar fotos del gran momento de la entrega de los títulos. “Me llena de emoción ver que han logrado un cuarto nivel y sobre todo lo que han debido recorrer con mucho sacrificio. El empuje y la disciplina que tiene la Universidad les ha sujetado para que ellos puedan cumplir esta meta”, comentaba Alberto Mena padre y suegro de dos graduados.
Este es el fin del camino académico y el inicio de la cosecha de los éxitos profesionales. “Ahora, en mi trabajo, ejerzo en otros campos, ya no solo en Diseño Gráfico”, contaba Marco García, graduado de la Maestría en Dirección de Comunicación. “Tengo una visión holística y puedo trabajar en otras áreas”.
“Todo lo que he aprendido me ha servido mucho. He actualizado mis conocimientos con excelentes profesores. La Universidad es un ágora de pensamiento. La diversidad de opiniones y el respeto hacia ellas ha enriquecido las clases”, rememoraba María Gabriela Muñoz, quien muy emocionada, se alistaba a recibir su título de Máster en Periodismo.
A sus 57 años, Rubén Amagua es otro caso de éxito. Él es Docente de la UTE y de la Universidad San Francisco y se unió al grupo de graduados. “He refrescado mis conocimientos y he aprendido nuevas técnicas lo que me ha permitido desempeñarme de mejor manera”.
Uno a uno iban pasando por sus títulos que eran entregados por las autoridades de la UDLA, encabezadas por el Rector, Carlos Larreátegui. Fue él quien, en sus palabras de bienvenida, motivó a construir un país mejor donde existan libertades económicas, democráticas y sociales, a involucrarse con la ciudadanía y, sobre todo, a seguir desempeñándose con excelencia.
Fue así como culminó esta graduación, con los birretes volando por el aire como la clásica señal de un esperado y sacrificado triunfo.
