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La carrera de publicidad suma clientes reales a su portafolio

Tiempos cortos, clientes exigentes pero sobre todo un desborde constante de creatividad es el ambiente que se vive en las agencias de publicidad. Y es la realidad la que los docentes de esta carrera en la UDLA han querido transmitir a sus alumnos. Por ello crean “mini” empresas donde ellos atienden a compañías reales.

Mondeléz (antes Kraft), Beirsdorf (cremas y protectores solares Nivea, preservativos DUO), Carli snacks, Recamier, Texas Chicken, R&B importadores son algunas empresas que han sido clientes de los alumnos de Publicidad de la UDLA. A estas se suman ONGs como Carishina en bici e instituciones de gobierno como el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), entre otras.

El objetivo, según Juan Carlos Dávila, Coordinador de la carrera, es que los estudiantes tengan un perfil muy cercano a la realidad laboral una vez que egresen. “No solo trabajan desde la perspectiva del anunciante sino también desde el cliente, de un departamento de marketing, de manejo de producto…”, detalla.

Este acercamiento a las empresas con las que se relacionan los estudiantes se da gracias a los contactos de los docentes pero también gracias al “boca a boca”. “Son clientes que se acercan porque tienen problemas reales de comunicación pero en lugar de ir a una agencia deciden buscar a los estudiantes de la UDLA”, explica Jorge Bohórquez, Docente de la carrera. Añade que lo que suele interesarles a estas organizaciones es contar con un punto de vista más joven y en este sentido, toda la investigación que se realiza previo al desarrollo de una campaña.

¿Cómo funciona?

A los estudiantes se les encarga un proyecto el cual deben desarrollar en los diferentes módulos de práctica de acuerdo al objetivo de cada campaña que puede ser: para medios digitales, sociales o políticas u otras más integrales.

Todos los alumnos desde 6º a 8º semestre participan en el proceso de acuerdo a los proyectos que se presenten durante el periodo académico. Sin embargo desde 3er. semestre se vinculan también con organizaciones reales de acuerdo a la malla académica, explica Juan Carlos.

Durante el desarrollo y hasta el final siempre hay un docente que guía y evalúa las habilidades y actividades desempeñadas, comenta Jorge.

Los resultados de cada mini agencias que se conformó con los estudiantes se presentan a los clientes quienes son los que finalmente toman la decisión. Es decir los grupos presentan cada uno una propuesta, de las cuales solo una es elegida por la empresa contratante.

Al momento, por ejemplo, la carrera trabaja, a través del MAGAP, con pequeños agricultores en el desarrollo de marca de sus productos: nombre, logotipo, empaque, promoción entre otros aspectos. “A cada grupo se le asigna un microempresario y ellos deben hacer la investigación de campo, viajando a Mindo, Puerto Quito o a cualquier lugar donde se encuentre su cliente. Con esa investigación desarrollan una propuesta la misma que será presentada posteriormente en una feria”, menciona Juan Carlos. (DB)