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Trabajos interesantes se presentaron en la Casa Abierta de Sonido y Acústica

Unos 250 estudiantes participaron de la Casa Abierta organizada por la Ingeniería en Sonido y Acústica, en conmemoración del Día Internacional de la Concienciación del Ruido, el pasado 27 de abril.

Proyectos de investigación y dispositivos de todo tipo que controlan el sonido, se pudieron observar en la Casa Abierta de Sonido y Acústica, que se desarrolló el pasado 27 de abril en el Patio de Las Culturas y que estuvo a cargo de estudiantes desde cuarto semestre hasta egresados de la carrera.

“La idea de esta Casa Abierta es dar a conocer la creatividad e ingenio que tienen todos los chicos que estudian Acústica y Sonido, es la única carrera en el país y esta es la oportunidad donde podemos mostrar los trabajos y avances investigativos que aquí se desarrollan”, dijo María Bertomeu, docente de la carrera.

Varios proyectos se pudieron observar como parte de este evento académico y que llamaron mucho la atención entre los asistentes. Durante la jornada hubo muchos visitantes en cada uno de los cubículos en los que se colocaron los estudiantes con sus respectivos proyectos.

Descontaminación de agua por medio de ultrasonidos

José Luis Balseca, David Varela y Juan Chango son estudiantes del Grupo de Alto Rendimiento de la Carrera de Ingeniería en Sonido y Acústica, que son reclutados por el director y docentes de la carrera.
Los tres alumnos desarrollaron una investigación de tres meses con la dirección de Miguel Ángel Chávez, docente de Ingeniería en Sonido y Acústica, y la supervisión de Christiam Garzón, director de la carrera, , en la que hicieron el levantamiento de bibliografía y de la parte práctica del prototipo de purificador complementario de agua contaminada por medio de ultrasonidos. Mientras que el estudio químico de las muestras las hicieron estudiantes y docentes de Ingeniería Ambiental.

“Lo que buscamos con este proyecto es la purificación de agua mediante ultrasonidos. Lo que se hizo fue utilizar ruido blanco (ruido controlado) en aguas residuales de fertilizantes, durante un periodo de tiempo de 30 minutos y para posteriormente enviar la muestra a un laboratorio de análisis de aguas con estudiantes y docentes de Ingeniería Ambiental, quienes nos indicaron que hubo una reducción de químicos en un porcentaje interesante mismo que avala el uso del agua en otro proceso que no sea el consumo huumano”, indicó José Luis Balseca, estudiante de​ octavo semestre de la Ingeniería de Sonido y Acústica.

Todo el proceso se lo hizo en el laboratorio de acústica de la carrera, con altavoces grandes y pequeños que transmiten frecuencias altas y graves. Las aguas residuales se las recreó y se las colocó en recipientes plásticos que previamente fueron perforados, para observar de mejor manera la interacción del agua con el sonido.

Los resultados de este ejercicio luego de una exposición sonora de 30 minutos fueron: reducción de sulfato en un 50 %, reducción de demanda química de oxidación en un 40 %, entre los más importantes.

Lo que esperan los tres chicos es poder ampliar el campo de investigación, para que sea la comunidad la que se beneficie de esta manera de purificación de agua, y que se la emplee en otras actividades.

Talk box casero

Quienes son fanáticos del rock y saben entonar la guitarra se acercaron al puesto de Pablo Esteban Gallegos, para conocer de su trabajo.
Pablo construyó un talk box casero, que es un dispositivo de efectos de sonido que utilizan músicos para modificar la sonoridad de sus instrumentos.

“La capacidad sónica que puede entregar este aparato es increíble porque con la ayuda de los labios se pueden modular los sonidos y se pueden lograr riffs clásicos del rock”, comentó Pablo Esteban Gallegos, egresado de Sonido y Acústica.

El dispositivo tuvo un costo de USD 5.28 y se hizo con materiales reciclados. Este Talk box consta de conectores y cables, un altavoz de computadora reciclado, una botella de agua y una manguera. Todos unidos con cinta adhesiva y silicona. La investigación para desarrollar el dispositivo y armarlo fue un trabajo de una semana.

“Creo​ que a la gente le gustó el proyecto, me preguntaron cómo lo hice, qué utilicé y les cuento que fue muy divertido, chévere y que es para divertirse”, finalizó Pablo Esteban Gallegos.

Paralelamente a la Casa Abierta, se mostraron fotografías del segundo concurso ‘Sonidos en negativo’, en el que los concursantes trataron de representar ruido y sonido en una imagen.