udla

Niños de Nayón aprenden a leer mejor en la UDLA

Evaluar y aplicar estrategias para mejorar las habilidades lectoras de los niños es lo que la carrera de Psicopedagogía de la UDLA pretende a través de uno de sus proyectos de vinculación con la comunidad.

Son cerca 400 niños quienes participan en la actividad, alumnos de 4 escuelas públicas y 1 privada, todas de la parroquia de Nayón, explica Patricia Arcos, coordinadora de esta iniciativa y Docente de la carrera. Además se tomó una muestra de 100 niños como grupo de control, es decir a quienes se evalúa al principio y al final, al igual que sus compañeros pero no participan en las estrategias de intervención. Esto con el fin de comparar entre ambas muestras.

Una vez concluida la investigación bibliográfica previa, actualmente se avanza con la segunda fase del proyecto donde se aplican diferentes pruebas para valorar las destrezas lectoras de los niños de entre 4 y 7 años. “Se miden las habilidades lingüísticas y de percepción visual. Entonces, veremos si el niño ha completado estos requerimientos para empezar a leer. Si tiene un lenguaje pobre o un ritmo de trabajo lento seguramente le costará más esfuerzo”, explica Patricia.

Los resultados de este proceso servirán para guiar en la selección de estrategias para mejorar la lectura en el grupo. Patricia informa que se hará la investigación pertinente y una propuesta adecuada para ello con base en las respuestas a los exámenes.

En toda la ejecución participan 10 estudiantes de Psicopedagogía. Nataly Caizatoa es una de ellas y comenta que en esta primera etapa se puede evidenciar un bajo nivel de algunos de los estudiantes frente a aquellos de otras escuelas donde ella hace prácticas. Sin embargo observa que los niños están motivados con el proceso lo cual considera como una oportunidad de mejora.

Este buen ánimo de los escolares se debe además al ambiente de la Biblioteca Infantil de la UDLA donde se llevan a cabo las actividades, comenta Patricia. Allí acuden dos veces por semana, durante una hora que es el tiempo que destinarían a recibir la materia de lenguaje en su institución educativa. Para ello se coordinó previamente con las autoridades de las escuelas y se lleva una estricta planificación de cada uno de los eventos.

El proyecto tiene una temporalidad de dos años. (DB)