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¿Cuánto cuesta el ruido a Quito?

Este es el estudio que Luis Bravo, Docente Investigador de la carrera de Ingeniería de Sonido y Acústica de la UDLA, realizó para definir el valor de un decibel (dB). Este es un indicador que está causando mucho interés, sobre todo en Europa, ya que permite determinar su impacto en la salud de las personas.

Los resultados del estudio determinaron que existiría una predisposición a pagar entre USD 12.19 y USD 15.7 por hogar, por año, para reducir la molestia que produce el ruido en la capital. Esto quiere decir que se podrían recaudar aproximadamente unos USD 6 millones (según número aproximado de hogares) para realizar proyectos de gestión que promuevan un ambiente menos contaminado auditivamente, de acuerdo a la estimaciones.

En general, el promedio estimado en otros países como Holanda o Reino Unido es de 10 euros (USD 11,40) al año. La media, en el mundo es de USD 10.40 a 20.8.

Esta es la primera vez que se realiza una estimación de este indicador para la ciudad; y para ello se realizaron 600 encuestas en pobladores de 20 sectores de Quito, que abarcaron el norte, Centro Histórico y sur, desde Cotocollao hasta Guamaní.

Las fuentes del ruido

De acuerdo a datos previos, en las ciudades, el ruido se origina por el tráfico rodado, las obras públicas, las zonas de tolerancia o diversión, las ferias, las industrias y los aeropuertos. En general, este tipo de contaminación está inmersa en las zonas urbanas.

Los efectos en la salud

El ruido puede causar afectaciones a la salud en relación a problemas para dormir, molestias, tinnitus, generar discapacidad cognitiva en niños e incluso problemas cardiovasculares.

¿Por qué darle una valoración económica al ruido?

Contar con este indicador permite gestionar política pública y promover un ambiente más saludable para los habitantes de una ciudad.

La metodología

Para la medición y valoración se tomaron en cuenta los sistemas: econométrico y de Redes Neuronales Artificiales (RNA). En el primero se analizan las características de las personas y también el valor que, de acuerdo a ello, están dispuestos a pagar para mejorar la calidad ambiental en cuanto al ruido. En el caso de la segunda metodología lo que se propone es hacer varios análisis y ajustes hasta generar un aprendizaje. De esta manera se tomaron datos, se clasificaron y se realizó una estimación y valoración. (DB)