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Docente de la UDLA participó de un proyecto de investigación internacional

Grace Yépez, docente-investigadora de Arquitectura,  participó conjuntamente con la empresa YES-Innovation y la Universidad de Cuenca en el lanzamiento del proyecto europeo INNOQUA, en Francia.

La docente-investigadora de la UDLA, Grace Yépez, fue parte del Proyecto INNOQUA, el que se presentó los pasados 6 y 7 de junio en Francia. Este es  un proyecto de investigación de tratamiento de aguas grises con sistemas alternativos basados sobre la capacidad de purificación de los organismos biológicos (microrganismos, zooplancton y lombrices).

Grace participó en esta investigación junto a la empresa YES-Innovation y la Universidad de Cuenca. INNOQUA fue escogido dentro del cuadro del programa H2020 de la Unión Europea. Es un proyecto coordinado por el centro tecnológico Nobatek de Francia, cuenta con 20 socios internacionales y nueve sitios pilotos

Grace conversó con OMNIA y nos contó más detalles de este trabajo.

1. ¿En qué consiste el proyecto INNOQUA?

INNOQUA es un proyecto de investigación sobre el tratamiento de aguas residuales utilizando sistemas alternativos:

– Sistemas autónomos, descentralizados, es decir adaptados a un edificio o a un conjunto de edificios.

– Sistemas de tecnologías bio, es decir basados sobre la capacidad de purificación de organismos biológicos (microorganismos, zooplancton y lombrices) y de rayos UV.

Estos sistemas pueden interesar particularmente a las comunidades urbanas como rurales que no tratan sus aguas residuales, industrias agrícolas, propietarios de viviendas individuales y colectivas, nuevas o existentes en el mundo.

El proyecto tratará de implementar estas tecnologías en diferentes tipos de aplicaciones (residencial, industrial, agricultura, acuacultura) en múltiples áreas del mundo con características específicas (sitios aislados en Europa del oeste, Europa del este, África, India, América Latina), como tantos mercados potenciales para estas técnicas. Los sistemas estarán probados y demostrados primero en laboratorios -labs de NUIG Galway y Universidad de Girona- y luego en sitios reales (Francia, Italia, Escocia, Rumanía, Irlanda, Turquía, Ecuador, Perú, India y Tanzania).

INNOQUA fue escogido dentro del cuadro del programa Horizon 2020 de la Unión Europea. Es un proyecto coordinado por el centro tecnológico Nobatek de Francia, cuenta con 20 socios internacionales.

El presupuesto es de más de ocho millones de euros. El proyecto inició en junio y durará cuatro años.

2. ¿Qué rol cumplirás en el proyecto?

Nuestro trabajo consistirá en llevar ciertos trabajos de desarrollo técnico,   tenemos, sobre todo, que comprender las necesidades de nuestro ámbito construido y sus requisitos frente al tratamiento de agua, identificar las oportunidades de mercado y sus circuitos para poder difundir este tipo de tecnología. Además, probar diversas configuraciones en nuestro ámbito, desde Ecuador hasta Perú, a fin de medir la eficiencia de estos sistemas en aplicaciones locales,  por fin comunicar sobre estas innovaciones y su potencial para nuestro país, para la mejora de calidad de las aguas, la protección de la salud y la de la biodiversidad.

3. ¿Dónde se desarrollará la investigación?

La investigación se desarrollará en Quito, Cuenca y en Arequipa (Perú), donde están localizados los tres socios latinoamericanos del proyecto. En estos tres lugares tendremos sitios piloto, donde diversas configuraciones tecnológicas serán probadas en situación real.


4. ¿Qué te pareció la experiencia de compartir con otros investigadores en Francia?

Es interesante este trabajo colaborativo que confronta y acompaña realidades diferentes con un mismo problema, el trabajo de diferentes equipos y visiones te enseña mucho.

El rigor y las exigencias de un proyecto europeo permite también aprender del rigor de estos contextos donde los resultados que se esperan son a nivel mundial y eso cambia la manera de abordar el tema, le da mucha complejidad pero al mismo tiempo permite ver que una investigación bien planteada puede ser federadora de esfuerzos con el fin de una respuesta adaptada no solo para un contexto sino para otros.

En este tipo de proyecto se suele conformar, vía el consorcio, la cadena de valor relacionada a la innovación planteada: este es el caso. Tenemos en el consorcio investigadores académicos, centros tecnológicos, pymes, grandes industriales, arquitectos y constructores. Este conjunto de expertos y de valor, cuando está bien orquestado, es muy interesante y muy enriquecedor para cada uno, sin problemáticas de concurrencia y con un gran enfoque e interés de cada uno en transformar conocimiento en actividad económica.


5. ¿Cómo te beneficiará a tí
  y a la UDLA el ser parte de este proyecto?

Me incorporé a la UDLA en marzo de este año, el proyecto lo presentamos en octubre del 2015, con mis socios antes de mi regreso al Ecuador. La UDLA se beneficiará de manera indirecta esta vez, pero se creará una verdadera posibilidad de trabajar en futuros proyectos de esta importancia, donde podremos incluir a investigadores de la UDLA y tener equipos pluridisciplinarios.  Personalmente es mi tercer proyecto europeo, he trabajado antes en este tipo de experiencias en otros temas ligados siempre con la ciudad y sus problemas. Este proyecto me permitirá entrar en las problemáticas ligadas al contexto ecuatoriano y de América Latina. Nos permite también trabajar con otras universidades y centros tecnológicos y las soluciones podrán ser adaptadas al contexto nacional.

Dar soluciones vía la investigación aplicada es para nuestro equipo un buen desafío profesional.


6. ¿Alguno de los conocimientos de la investigación la implementarás en las clases con los estudiantes de la UDLA?

Por supuesto que sí, en Arquitectura nos confrontamos a estos problemas tal vez no de manera específica porque aún hay en Ecuador una separación del arquitecto y de los ingenieros pero me parece que hay que formar a arquitectos con una visión global y en este objetivo incluir tecnologías, principios de sostenibilidad, obras a bajo impacto medioambiental es fundamental. Estos nuevos arquitectos deberán trabajar en equipos pluridisciplinarios y deberán tener una formación que les permita aportar soluciones construibles. La Carrera de Arquitectura está en este objetivo y creemos que es necesario que nuestros estudiantes comprendan los nuevos problemas locales y globales que enfrentarán como diseñadores de edificios, barrios y ciudades sostenibles.