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Ciencias Políticas de la UDLA propone el respeto a las semillas

Fomentar el derecho a la alimentación fue uno de los objetivos de la discusión en el panel “Las semillas, la biodiversidad agrícola y el derecho a la alimentación y a la nutrición”, organizado por la carrera de Ciencias Políticas de la UDLA.

Se estima que el 60% de las semillas del mundo están en manos de las empresas transnacionales y los Estados hacen muy poco para equilibrar la situación al respecto. El problema de ello es que son cinco corporaciones (pronto serán solo tres, por las fusiones) las que controlan el mercado y producen semillas transgénicas. Esto, a la larga, nos hará dependientes de ellas. Así lo afirmó Elizabeth Bravo, Investigadora de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos (RALLT) y panelista.

Otra situación negativa que se deriva de ello es que se provoca la privatización y monopolización de una fuente de vida, lo cual afecta la biodiversidad, el medio ambiente y los derechos humanos. “En 2015, más de tres personas fueron asesinadas cada semana por defender su derecho a la tierra”, explica Pablo de la Vega, moderador del panel y Coordinador regional de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD).

Para dar a conocer esta información, Pablo se basó en los datos del informe: “Las semillas en manos de los pueblos” que fue presentado ayer 29 de noviembre de 2017, en el marco del evento.

Respecto al informe, Johannes Waldmüller, Docente de la UDLA y quien también participó como panelista, realizó algunas reflexiones cuyo fin es que sirvan como base para entender el tema.

Indicó que es necesario entender el contexto. Por ejemplo, culturalmente el problema es que la planificación y el centro de las discusiones están en las ciudades como ámbito urbano y se descuidan las zonas rurales. A esto se suma que el campo ha comenzado a despoblarse y quienes quedan son mujeres indígenas, por eso se debería enfocar los esfuerzos en comprender esta composición étnica de la población.

Johannes agregó que no existe protección, ni respeto a los derechos de los trabajadores y campesinos ya que no hay un documento específico donde se detallen las diferentes concepciones respecto, por ejemplo, a términos como ecosistema “¿Habría que determinar qué entiende cada grupo?”, puntualizó.

Durante el evento participó también Alisalem Sidi Zein, Embajador de la República Árabe Saharaui Democrática, quien aportó al diálogo con la experiencia sobre su país, un territorio con condiciones de suelo desértico y ocupado por Marruecos en una parte. Allí, detalló, se llevan a cabo programas para desarrollar semillas resistentes al contexto, de mejora de la agricultura, de capacitación sobre huertos verticales, familiares y comunitarios. Sin embargo, la deficiencia alimentaria sigue siendo un gran riesgo para la población. (DB)