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Conferencia UDLA: Arquitectura moderna de Quito – últimas tres décadas

Jorge Benavides Solís nació en Ecuador. Es arquitecto por la Universidad Central y Ph.D. por la Universidad Politécnica de Madrid. Desde hace varios años reside en España, donde es Profesor Titular de la Universidad de Sevilla. Ha colaborado con la UNESCO, el Istituto Archeológico Germánico, el Instituto Andaluz del Patrimonio entre otras instituciones. Entre sus publicaciones figuran 17 libros, artículos en revistas y periódicos.

El reconocido arquitecto estuvo en la UDLA para brindar una conferencia a los estudiantes y docentes de Arquitectura y estas son algunas ideas que destacó durante su intervención sobre: “Arquitectura moderna de Quito –últimas tres décadas-”:

  • Cuando se hace arquitectura no se tiene en cuenta el texto, ni el contexto que está alrededor, por eso las ciudades están llenas de basura pública. Los arquitectos construyen siguiendo patrones de modas, usando elementos de diferentes lenguajes. Eso es: “hacer sin entender”.
  • A los gobernantes no parece importarles el respeto que se debe tener a una ciudad, por ejemplo, se da preferencia a los vehículos motorizados y no se tiene en cuenta al peatón construyendo aceras poco adecuadas para su desplazamiento.
  • Muchas veces no importa la calidad de la arquitectura, sino que el producto final se venda. No se piensa en factores como el clima o la sostenibilidad, entonces se convierte en un objeto sin sentido, que no comunica nada.
  • La arquitectura ha pasado de las 2C (compacta y continua) a las 4D (distinta, dispersa, depredadora y despilfarradora), lo que deriva en la metástasis urbana.
  • La teoría y la práctica son necesarias para hacer arquitectura y construir paisajes. Sin embargo, se debe aportar a contar la historia con objetos materiales significativos, funcionales y agradables tomando en cuenta que la función cambia y las formas permanecen.
  • El valor de la arquitectura depende de la vinculación que se logre con el contexto económico, ambiental, histórico, técnico, artístico, científico y humano.
  • A los principios de utilidad, seguridad y belleza con los que han trabajado los arquitectos hay que sumar los derechos que las personas tienen a la ciudad, a un medio ambiente de calidad y al patrimonio común.
  • Se debería re entender y desacralizar la propiedad privada y reforzar el concepto de lo común basado en la interculturalidad, a través de la llacta común. Esto solucionaría los problemas de los futuros asentamientos periféricos en la ciudad.
  • La contaminación visual es un tema que se debe tomar en cuenta. Algunos edificios públicos se han convertido en vallas publicitarias sin ningún tipo de control. Por eso, la propuesta es redactar un plan piloto de enriquecimiento de las principales vías longitudinales y transversales de Quito.
  • “Los arquitectos, además de estar capacitados para hacer, deberían estarlo para pensar y construir comprometidos con el arte y la ciudad”. (DB)