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Gestión afectiva para la sostenibilidad de empresas familiares

¿Cuáles son los retos que deben enfrentar las empresas familiares?, fue la pregunta que Johannes Ritz, director para América Latina de Courage Group, planteó durante su ponencia centrada en las estrategias de sostenibilidad que emplean este tipo de estructuras. Cabe mencionar que más allá de la dimensión teórica, la charla puntualizó en la importancia de la gestión afectiva.

Las empresas familiares son la base de la economía en el mundo. Estudios sobre este tipo de organización evidencian que, a pesar de las diferencias culturales que existen de una región a otra, los problemas que aquejan son los mismos: disputas entre familiares, falta de motivación e interés en las nuevas generaciones, ínfimas ganancias, entre otros.

De ahí que llegar con éxito a la sucesión constituye todo un reto; fenómeno que tiene que ser analizado a partir de 2 perspectivas: fundadores y sucesores, según explicó Ritz. Hecho que implica una serie de medidas específicas, pero, sobre todo, acciones afectivas que fortalezcan el relacionamiento de la familia como sistema social. Motivación, emoción, pasión, orientación, comunicación; factores que deben irse inculcando si a la postre el sueño compartido consiste en la continuidad del negocio.

Y si bien el trabajo de planificación y coordinación es fundamental, el desafío pasa por el fortalecimiento de vínculos en función de una visión conjunta; para lo cual, la fijación de metas que disten del dinero es un primer paso. Un objetivo claro que oriente cuál es el verdadero propósito del negocio fomenta la cohesión interna, mejora los procesos y promueve el crecimiento.

Por ejemplo, en Alemania hay dinastías empresariales que desde 1850 se han mantenido vigentes. La explicación de este fenómeno es que todos los miembros de la familia tuvieron presente hacia dónde tenían que ir.

Al tiempo del manejo emotivo, resulta importante el emprendimiento y la innovación. La complejidad del entorno, el desarrollo tecnológico, así como el cambio de hábitos en las personas, generan inestabilidad en las organizaciones. En consecuencia, el entendimiento de esta transformación junto a la creación de respuestas, se presentan como los principales activos de las nuevas generaciones.

Hay compañías cuyo giro del negocio ha desaparecido. Pero las familias que las administraban se han mantenido vigentes en la medida que han incursionado en otro tipo de propuestas. Al respecto, Ritz enfatizó en la necesidad de consolidar portafolios empresariales de manera que se asemejen a la lógica de un castillo; es decir fortalezas capaces de contrarrestar las amenazas – representadas en la competencia -, defender su mercado y atacar oportunamente.

Cómo ser parte de ese 3% que representa a las empresas que llegan a una 4ta generación es lo que el Curso en Gestión de Empresas Familiares profundizará a partir de herramientas, metodologías y estrategias que contribuyen a enfrentar los retos de la sucesión generacional. Este curso, que inicia el 15 de febrero, se desarrollará gracias a la alianza entre la Universidad de Las Américas, Munich Business School, Courage Group y la Cámara de Industrias y Comercio Ecuatoriano – Alemana.

En contexto:

La conferencia contó con la presencia de aproximadamente 90 personas y se realizó en el auditorio del campus Granados de la Universidad de Las Américas. (NC)

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