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La libertad y las presiones

Patrick Ventrell se paró frente al micrófono
como todos los miércoles. A su derecha,
la bandera de Estados Unidos. Al
frente, los periodistas que cubren la rueda de
prensa diaria del Departamento de Estado.
No habían pasado ni cinco minutos cuando
lo que parecía otro acto rutinario en Washington
DC se tornó en un hecho de interés para los
ecuatorianos. El vocero de la oficina que maneja
la política exterior del país más poderoso del
mundo pronunció (con mucha dificultad) los
nombres de Janet Hinostroza, Martín Pallares y
Miguel Rivadeneira. Dijo que los tres representan
los retos de los medios en Ecuador y pidió al
gobierno que garantice el ejercicio periodístico.
Dicen que una de las claves del éxito de un
periodista es estar en el lugar preciso en el momento
justo. Nada más oportuno que estar en
boca de un funcionario influyente a dos días de
conmemorarse el Día de la Libertad de Prensa.
Pero la verdad es que los periodistas soportamos
presiones todo el tiempo. Y el pronunciamiento
de Ventrell es otra forma de presión.
Habrá que preguntarle a Janet, a Martín y a
Miguel si después de este mensaje se sienten
más libres. Lo dudo. Pero sí creo que nos sentimos
cada vez más periodistas porque todas
estas presiones y comentarios nos han permitido
desarrollar nuevos músculos. Ahora somos
más prolijos, más rigurosos y menos ingenuos.
Incluso diría que los grandes beneficiados
de la tormenta serán las nuevas generaciones
de periodistas. Crecerán con el viento en contra
pero, si tienen una buena educación universitaria
y no se tuercen en el camino, serán más
firmes. Y eventualmente su trabajo nos hará a
todos más libres.