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De los mayas a la pseudociencia

Pseudociencia es una afirmación, creencia o práctica que se presenta como científica, pero no se basa en un método científico válido; no cuenta con evidencias reproducibles o medibles, no puede ser verificada de forma fiable y no tiene consistencia.

Es dogmática y propone teorías no demostrables, invoca a seres sobrenaturales para explicar los fenómenos; en suma, es un fraude. Quiromancia, astrología, horóscopos, ufología, magnetismo, mentalismo, y más asociaciones mágicas entre la realidad y la imaginación, son obstáculos para el conocimiento del mundo.

La cultura maya y sus aportes científicos son importantes y rescatables, su arquitectura, la construcción de caminos, el uso de la tierra, tinturas de vestidos, cerámica, almacenaje de productos, escritura jeroglífica, matemática, astronomía y sus precisos calendarios.

Uno de los calendarios mayas se divide en 20 períodos de tiempo de 144 mil días, que empiezan a contarse hace 5.126 años; 360 días nuestros constituyen un Tun y 144 mil días constituyen un Baktun. El 21 de diciembre de este año termina el Baktun 13 y último de este calendario, pero esto no significa de ninguna manera que termina el mundo.

Lo que ha ocurrido con el calendario maya, lamentablemente para esa cultura, que tanto aporte hizo para la humanidad, es que se ha unido su conocimiento científico con la imaginación de la pseudociencia, e incluso con el interés de mercado que producen las pseudociencias. Es más fácil vender el miedo que la racionalidad. Pero multimillonarios en su paranoia de perpetuarse, han construido búnkers y acumulado alimentos para 5 años por el supuesto fin del mundo.

La unión malintencionada entre el conocimiento maya y la pseudociencia ha provocado cuantiosas ganancias a los productores cinematográficos, vendedores de cientos de libros que tergiversan los conocimientos y saberes y se ha incrementado el turismo de la región. Movimientos pseudorreligiosos también han utilizado malas interpretaciones de los mayas para plantear el inicio de nuevas eras de espiritualidad, sin contenido comprobable.

El engaño se ha generalizado tanto, que la NASA en Estados Unidos tuvo que emitir un comunicado a la población desmintiendo las catástrofes que se auguran para el 21 de diciembre. Más catastrófico es inducir a las personas hacia la pseudociencia y embaucar a las poblaciones con sus teorías. La pseudociencia cumple su papel en las psicologías débiles de los pueblos, se recrea y alimenta en la ignorancia y por eso hay que impugnarla.

Autor: César Paz y Miño

Fuente: www.telegrafo.com.ec