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Cáncer en América Latina (I)

Circula la noticia de que América Latina (AL) tiene una epidemia de cáncer (Ca). La información se basa en un estudio realizado en 12 países de la región, por 72 investigadores de varios centros, liderados por P.E. Goss del Programa Internacional Avon de Investigación del Cáncer de Mama, Hospital General de Massachusetts de Boston, y publicado en la revista The Lancet (http://goo.gl/jyS9M). El estudio concluye que en AL, aunque tiene menor incidencia de Ca (163/100.000), la mortalidad por esta enfermedad es superior (0,59) a Europa y USA (0,43 y 0,35).

Para explicar este fenómeno, se acude a una vieja y tradicional forma de evaluar la salud pública y la epidemiología de países como el nuestro, calificados como emergentes. Se percibe en el análisis que el fracaso de las “recomendaciones lógicas y sabias” se debe a: división entre ricos y pobres, urbanos o rurales, de culturas indígenas u otras; falta de profesionales en oncología, escasez de centros especializados y de equipamientos, falta de vías de comunicación y acceso a los centros, ausencia de programas de control y prevención, políticas de salud insuficientes, fragmentación del sistema de salud, pocos convenios internacionales para investigación y formación de personal, exposición a tóxicos y mal ambiente, uso de medicinas alternativas, entre otros.

Según la publicación, el 80% de la carga mundial de cáncer proviene de AL, pero solo el 5% del dinero de salud se destina para combatirlo. En resumen, la pobreza y las malas condiciones de vida y salud de la mayoría de personas de AL serían la causa de la epidemia de Ca.

Aunque The Lancet es una de las revistas médicas y científicas más prestigiosas del mundo, publica esta investigación en que se sigue analizando la salud y la enfermedad con la visión colonial de la salubridad: los buenos y los malos, los que planifican y los que no.

Es verdad que existe una escalada del Ca en LA, pero hay corresponsables. Se atribuye el Ca de pulmón al consumo de leña, pero nada se habla de la contaminación mundial por emanaciones industriales que colocan a EE.UU., China y Europa como los mayores contaminadores. Se habla del uso indiscriminado de pesticidas, pero no se menciona a los fabricantes y exportadores de estos productos y sus intereses económicos. Nada se habla de condicionamientos económicos sobre AL y sus consecuencias.  El estudio refuerza la idea de que nuestra región está como está solo porque no aplica las sabias recomendaciones internacionales por ellos probadas.

Autor: César Paz y Miño

Fuente: www.telegrafo.com.ec