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Niños de la Fundación Por una vida celebraron su día.

Celebración por el Día del niño

Con caritas pintadas, magia y personajes de la película de Disney, Peter Pan, los niños de la Fundación Por una vida recibieron un homenaje por el Día del Niño. El evento organizado por la Carrera de Comunicación Corporativa tuvo como objetivo compartir alegría con pequeños que luchan contra el cáncer.

El escenario fue el auditorio 1 de la Sede Granados y acogió a alrededor de 40 niños y sus padres ,el pasado 31 de mayo.

‘Dome’ tiene 5 años y una amplia sonrisa. Juega con algunos globos de colores que están en el piso mientras espera que empiece la celebración. Su mamá, una mujer de tez morena que aparenta menos de 30 años, aprovecha que la pequeña toma asiento un momento para peinarle el pañuelo largo y rosado que lleva en la cabeza. Lo hace con cariño y suavidad, como si le acariciara el cabello.

La mayoría de los niños son de estatura pequeña. Muy pocos miden más de 1 metro. Algunos llevan gorros de lana en la cabeza y otros cubren sus bocas con mascarillas azules. Al atravesar la puerta del auditorio, los pequeños se encuentran con hadas, piratas y otros niños. Las fotos con los personajes no pueden falta y tampoco la visita a la sección de arte de caritas pintadas. Ahí podían escoger entre varios diseños que iban desde una pequeña mariposa hasta el rostro completo de un león.

Hay globos, cofres llenos de juguetes, barcos con banderas piratas y redes con peces de cartulina, todo esto en un escenario con el paisaje de “Nunca Jamás”.

Las luces se encienden e Ítalo el mago mantiene la atención del público con sus trucos. Después de hacer magia con barajas, agua, pañuelos y otros objetos el chico se despide del público mientras ellos le aplauden. Es momento de escuchar al doctor José Antonio Bucheli quien habla sobre lo importante que es ser feliz.

Los adultos y los niños escuchaban al doctor y respondían a sus preguntas. Lo primero que dijo fue: “Levante la mano quien no tenga problemas”, un pequeño la levanta pero entre risas volvió a bajarla. Parecía un tema complejo pero Bucheli lo resolvió con un tono entusiasta y con ejemplos de las diferencias de un niño y una persona adulta.

Cuando el doctor les preguntó a los padres cómo definirían a sus hijos, las palabras como valiente, luchador, bendición y alegría no tardaron en escucharse. Lo dicen con seguridad y convicción, probablemente, con un leve matiz triste en su voz pero ese no era un día para eso. Era un día para celebrar.