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Peripecias de la investigación ecuatoriana II

Compartimos el artículo de Diario El Telégrafo en el que César Paz y Miño, Decano del Instituto de Investigaciones Biomédicas, nos habla sobre las peripecias de la investigación ecuatoriana.
Mira la noticia original aquí.

En el artículo anterior traté sobre la falta de financiamiento; continuado con el análisis,  otros puntos pueden servir para la discusión nacional sobre la situación de la investigación y el desarrollo de la ciencia:

1) Los investigadores que han sido becados en el extranjero para sus posgrados no cuentan con un plan de reinserción nacional. Están regresando ya los primeros becados, pero sin asignaciones para investigación y, lo peor, sin lugares de trabajo; están especializados en el top de la ciencia, pero sin poder ejecutar sus conocimientos. Pronto tendremos un batallón de PhD sin lugares para hacer sus investigaciones. Entonces, el programa puede ser un fracaso.

2) Divorcio entre lo público y lo privado. Se ha dicho en varios foros que el gobierno de la revolución ciudadana no financia a universidades ni centros privados. Curiosamente, la mayoría de investigaciones de impacto están en el sector privado (según bases de datos internacionales); el sector público no cuenta con la infraestructura para investigación, por ejemplo, en genética humana, inmunología, biología celular, células madre, entre otros. El Estado invierte miles de dólares en asociaciones con empresas privadas extranjeras o industrias nacionales, invierte en hidroeléctricas, subsidios, etc., pero no quiere invertir en universidades privadas. Craso error. Es precisamente la alianza entre los dos sectores la que rendirá frutos potentes y nos sacará de la invisibilidad mundial.

3) Alianzas tropezadas con la ética. Ocurren dos fenómenos: Las instituciones públicas invitan a aliarse para investigación a centros privados, pero como en la práctica los públicos aún no cuentan con la estructura para investigar, lo que podría suceder es que estos se beneficiarían de las ideas de instituciones privadas luciendo como mentores e impulsadores de proyectos, o el peor de los casos, alguien podría apropiarse de la idea, lo que ahuyentaría alianzas.

4) En la actualidad se financia hasta 250 mil dólares a estudiantes de maestrías y doctorados, pero a investigadores probados nacionales no se les apoya financieramente. ¿Cómo entonces queremos hacer ciencia nacional de impacto? Los extranjeros ven al país como un buen destino económico, pero no existe aún un producto científico de calidad y con la frecuencia esperada. Si tenemos al momento 861 Prometeos, y 1.800 investigadores, deberíamos contar con al menos el mismo número de productos científicos. El 2014 se publicaron 774 artículos científicos, y solo en el 10% de ellos aparecen ecuatorianos como primeros autores.