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Cineastas mexicanos comparten su conocimiento con los estudiantes

¡Luces, cámara, acción!

Las dos primeras semanas de julio, los estudiantes de la Escuela de Cine tuvieron la oportunidad de recibir talleres de profesores del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM.

Álvaro Muriel, director de la Escuela de Cine de la UDLA  explica que  uno de  los principales intereses de la escuela ha sido brindar a los estudiantes una formación amplia y sólida, a través de un conocimiento profundo no solo del quehacer cinematográfico ecuatoriano sino también mundial.

Con este objetivo, los talleres con docentes internacionales se realizan cada verano después del cierre del semestre. Este año es la primera vez que se trabaja con el CUEC. El CUEC es la escuela de cine más antigua de América Latina y una de las más reconocidas de la región, de donde han surgido cineastas con gran reconocimiento nacional e internacional. Forma parte de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Los talleres fueron dictados por cuatro docentes reconocidos del CUEC:  Juan Mora, Miguel Ángel Rivera, Guillermo González, y Francisco Rivera. Juan Mora, por ejemplo, es un cineasta muy prominente que ha formado decenas de generaciones de cineastas, entre ellos Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki.

Cada profesor dio uno de los cuatro talleres: Producción, Dirección, Postproducción y Dirección de Actores. Los estudiantes se dividieron en grupos de alrededor de 20 personas para realizar un taller la primera semana y otro taller la segunda semana de acuerdo a su semestre. Así gozaron de una atención más personalizada. La participación de todos los estudiantes de la carrera es requerida y al final del taller reciben una calificación.

En años previos, estos talleres fueron impartidos por profesores estadounidenses de Santa Fe University of Art and Design. No obstante, a raíz del viaje de Programas Internacionales el año pasado al UNAM, surgió la posibilidad de colaborar con el CUEC.

Los talleres de Santa Fe se enfocaron más en el manejo técnico y preciso, que viene de la industria cinematográfica de los Estados Unidos, explicó Álvaro. “En el caso del CUEC, el enfoque es más hacia la construcción de una mirada de un autor. El proceso es más personal, más artesanal, más de conceptualización, La técnica la tienen, pero se le da mucho más importancia a la construcción de una mirada”, agregó.

La industria de cine todavía es pequeña en Ecuador, es por eso que la Escuela de Cine ha incluido estos talleres en el currículo de la carrera, manifestó Jennifer Mullin, Directora de Programas Internacionales. “Con estos talleres, los estudiantes pueden aprender sobre el cine con la perspectiva de alguien de afuera. También son un valor agregado para el programa que le hace más competitivo”, añadió.

Además, Álvaro considera que los talleres son un buen complemento para la carrera ya que el CUEC “es heredero de esa tradición de hacer cine independiente en América Latina que es un poco la filosofía con la que nosotros trabajamos”.

El profesor Miguel Ángel Rivera, quien dictó el taller de Dirección de Actores concordó con la idea de que “un intercambio y una relación entre universidades que forman cineastas latinoamericanos nos va a dar una visión muchísimo más amplia por un lado, de aquellas cosas que tenemos en común y de aquellas cosas que tienen que ver con nuestra problemática, con nuestros deseos, con nuestra riqueza cultural que es enorme. Entonces a mí me parece que este tipo de colaboración entre universidades norteamericanas que estamos trabajando en el cine va a enriquecer a las futuras generaciones de cineastas”.

Al final de las dos semanas, los estudiantes junto con los profesores de la UDLA y del CUEC se reunieron en el auditorio de UDLAPark para ver algunas de las escenas filmadas durante los talleres y para reflexionar sobre su trabajo.

Los estudiantes dijeron que aprendieron mucho de los profesores visitantes, tanto en lo teórico como en lo práctico, lo que fomentó  su pasión por el cine.

“Esto nos va a servir mucho para seguir mejorando. Fue un reto para nosotros. Pudimos sentir la presión de cómo es un rodaje profesional”, dijo un estudiante de su taller con Juan Mora.

“Esto fue muy enriquecedor. Nos enseñó un montón y la manera de transmitir su conocimiento nos ayudó mucho”, dijo otra estudiante de su experiencia con Miguel Ángel.

“Fueron dos semanas muy duras pero yo creo que saldrá algo muy importante para el futuro. El cine se aprende sobre todo haciéndolo”, dijo Guillermo González, profesor de Realización Cinematográfica en el CUEC. “Entonces es fundamental experimentar. El chiste es arriesgarse”.