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La carrera de Diseño fortalece la imagen gráfica para textileros de Carapungo

Promover el desarrollo económico de Carapungo (norte de Quito) es uno de los objetivos finales de la carrera de Diseño Gráfico e Industrial de la UDLA con su proyecto de vinculación con la comunidad. Y para eso estudiantes y profesores trabajan brindando asesoría a emprendedores textiles sobre el desarrollo de productos.

En total son 180 alumnos de entre 4º y 8º semestre y 15 docentes de la carrera quienes trabajan con el grupo de textileros y lo seguirán haciendo durante el tiempo de ejecución, es decir dos años a partir de marzo de 2016, explica Silvia Andrade Marín, Docente y coordinadora del proyecto.

Las acciones ya han iniciado desde marzo pasado con los primeros estudiantes quienes desarrollaron la imagen corporativa de cada empresario. “Cada uno tiene a su cargo un emprendimiento. Son sus clientes y como tales deben atenderlos, escucharlos y presentarles una propuesta con base en sus necesidades. Pero también defender sus ideas de acuerdo a su trabajo profesional”, explica la Docente sobre el proceso de creación.

“En la actualidad es muy necesario tener una marca para presentarse con futuros clientes y por esos los emprendedores ya han incluido en sus prendas la marca que crearon los alumnos de la UDLA”, detalla Tatiana Benalcázar, Administradora del Centro de Diseño y Capacitación de Manufactura Textil Carapungo del Gobierno de Pichincha.

En el futuro, la expectativa es que los emprendedores textiles puedan exponer sus productos con una imagen corporativa que les permita posicionarse en el mercado nacional e internacional. A corto plazo, al finalizar este período académico, Tatiana espera que adquieran toda la información sobre normas de etiquetas y empaques.

Esto lo dice porque a partir del 7 de octubre de 2016 cuando ocurra la primera salida de campo de esta segunda etapa, los futuros diseñadores de la UDLA serán los encargados de cumplir con el objetivo de proponer y desarrollar un producto textil que los emprendedores puedan vender al mercado.

El problema previo que se identificó es que muchos de estos emprendimientos se dedican a maquilar para grandes empresas recibiendo un total de 10 centavos de dólar por prenda lo cual no representa una ganancia significativa.

Con ese antecedente decidieron proponer el desarrollo de un producto que puede ser un juguete, una cartera, zapatos o una prenda de vestir que esté acorde a las tendencias del mercado y que pueda ser elaborada por los textileros de acuerdo a sus habilidades y a los equipos que poseen. Así las ganancias serán enteramente para ellos, cuenta Silvia.

El proyecto tiene además dos objetivos más que se llevarán a cabo en las siguientes etapas que son: mejorar la ergonomía de los espacios de trabajo y capacitar al grupo para que puedan realizar sus propios diseños. (DB)

*Los alumnos trabajan en coordinación con el Ministerio de Inclusión Económica y Social y con el Centro de Diseño y Capacitación textil de Carapungo del Gobierno de Pichincha.