Valeria Heredia Ariel, de 3 años, es un niño diferente desde que ingresó al Centro de Desarrollo Infantil Quito Sur: activo, mejor alimentado y sonriente. Tiene amigos y quiere mucho a sus ‘profes’, como llama a las 10 pedagogas que lo acompañan a diario. Esta personalidad no afloraba cuando se quedaba con sus abuelos. Incluso no seguía sus indicaciones. Ellos lo cuidaban y eso era de gran ayuda para Stalyn Pérez, padre soltero e ingeniero agrónomo subempleado. Pero él buscaba algo más para su hijo: estimulación, que aprenda a relacionarse. Esa opción la encontró en los Centros de Desarrollo Infantil (CDI), originalmente nombrados Centros Infantiles del Buen Vivir (CIBV) en el gobierno anterior. Controles de salud, alimentación y actividades lúdicas son parte de la jornada en las 2 016 unidades, según los datos nacionales del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). MarÌa Luz Turriaga, docente de Educación de la UDLA, cree que esto ayudará al desarrollo de la inteligencia cognitiva, numérica, artística, emocional y corporal.
Carrera | Educación |
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Fecha | 2018-03-17 |
Medio | El Comercio |
Vocero | María Luz Turriaga |