En Ecuador se desechan anualmente cerca de 2’400.000 llantas, muchas de ellas terminan en aceras, terrenos baldíos, carreteras o cuerpos de agua aumentando el actual problema de la contaminación. Sin embargo, el caucho del que están compuestos los neumáticos tiene muchos usos que serían amigables con el ambiente. Pamela Hidalgo, estudiante de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Las Américas UDLA en Quito, ha confeccionado un tipo de teja que contiene polvo de caucho proveniente de llantas usadas.