Chawpi es el término con el que se conoce a los ayudantes de museo, suelen ser gente comprometida, valiente y que busca hacer las cosas bien. O bien, por lo menos así describieron los organizadores de Museo Mix capítulo Ecuador, a los estudiantes de la UDLA que actuaron como chawpis en esta actividad.
Museo Mix, que se llevó a cabo entre el 9 y 11 de noviembre de 2018, fue un taller que se realizó de manera simultánea en varias ciudades del mundo y que busca generar propuestas innovadoras para los museos en manos de un equipo interdisciplinario.
¿Qué…?
Para ser más precisos, Museo Mix es un taller en el que participan grupos de trabajo interdisciplinarios y a cuyos integrantes se convocó de manera abierta y se seleccionó previo un estricto formulario de inscripción.
Su misión es que, durante tres días, conceptualicen, maqueten, realicen un prototipo y evalúen la efectividad de una propuesta para el desarrollo de un museo. El trabajo es horizontal, no hay jerarquías y todos deben aportar con sus conocimientos para lograr un fin común.
“La base del proyecto de Museo Mix es que es un espacio colaborativo, de origen horizontal donde todos apoyamos desde nuestro expertise, desde nuestro conocimiento para el crecimiento…”, explica Carla Anderson, Docente de Diseño de Productos de la UDLA y parte del staff del evento.
El aporte de la UDLA
Estudiantes y docentes de la universidad fueron parte de los grupos de trabajo que se formaron para dar vida a Museo Mix. Los estudiantes como chawpis y cinco docentes como asesores de los grupos. Oscar Cuervo, Director de Diseño de Productos de la UDLA, fue uno de los participantes y destaca que este es un rol distinto al que generalmente desarrollan como docentes, lo cual representó un desafío.
“La horizontalidad de este ejercicio permite que el conocimiento fluya de otras maneras y que no sea solo ´lo que yo pienso, lo que yo digo´”, detalla.
Con este criterio coinciden Juan Carlos Gómez y Paúl Solís, estudiantes de 5° semestre de Diseño de Productos y quienes participaron en el evento. El hecho de que no haya jerarquías “ayudó mucho para trabajar sin miedos, ni dudas, seguros de lo que sabemos”, cuenta Juan Carlos.
Esta experiencia permitió a Paúl valorar y aprender de personas que tienen otros conocimientos y sentirse en un ambiente en el que pudo expresarse como un profesional a pesar de ser aún un estudiante.
El aprendizaje
“El estudiante cuando pasa por una tarea de este tipo deja de buscar la aprobación de su profesor y pasa al plano pro positivo y, por ese tiempo, aunque está en condición de alumno ya es un profesional. Ese acercamiento a la vida real les permite un cambio de actitud”, dice Carla.
Esta experiencia enriqueció el proceso de aprendizaje de los participantes, porque, según Oscar, les permitió apropiarse de lo que saben fuera del aula de clase. Agrega que esta es la manera de probar lo que realmente han aprendido. (DB)
