El síndrome de dolor miofascial se caracteriza básicamente por eso: dolor. Y aunque parezca una obviedad, hay una trampa, ya que puede existir dolor en una parte del cuerpo pero en realidad el foco de la dolencia está ubicado en otro. Resolver este misterio es el objetivo de los fisioterapeutas y para eso se forman en clases y cursos especializados como el que sucedió recientemente en la UDLA con la guía del experto español Orlando Mayoral.

“El punto gatillo miofascial son pequeñas contracturas que hay en los músculos, que tienen la particularidad de producir dolor en un sitio diferente al que está la contractura, lo que muchas veces complica el diagnóstico” menciona el experto.

Para tratar este tipo de dolencia, Orlando propone la técnica de la punción seca, que fue el tema del curso que se llevó a cabo en la UDLA, gracias al convenio que la universidad mantiene con la institución de educación continua española Forafis.

El convenio

La capacitación en temas innovadores como la punción seca es una de las ventajas que trae a la UDLA la alianza estratégica con Forafis. También permite a los profesionales interactuar con profesores de alto  nivel académico como es el caso de Orlando, menciona Marcelo Baldeón, Director de Fisioterapia.

Este tipo de cursos cuenta con descuentos y becas para estudiantes, graduados y docentes de la carrera, aunque están abiertos para el público en general.

“Vimos mucho interés de profesionales de Ecuador en nuestros cursos, por lo que buscamos el apoyo de una institución reconocida como la UDLA para abrir operaciones en este país”, menciona Jahn Manchola, Directora de Forafis.

¡Alerta! Dolor miofascial

Dolor, debilidad, fatiga son algunos signos que pueden alertar a los pacientes sobre esta dolencia. “Típicamente puede ser una persona con ciática, con dolor de articulación mandibular o con dolor cervical o de cuello…” explica Orlando.

Estos cuadros provocan problemas de movilidad en los pacientes que los fisioterapeutas deben saber identificar.

En cuanto al tratamiento, la punción seca es uno de ellos. Para ello, Orlando cuenta cómo usar una aguja filoforme, similar a las de acupuntura para insertarla “dentro del punto gatillo que es una contractura muy pequeña con el fin de intentar destruirla y eliminar la causa del dolor”, detalla.

El curso que se desarrolló sobre este tema fue práctico, ya que precisamente esa es la intención de Forafis, “el objetivo es que los profesionales adquieran la habilidad” y no solo la teoría, añade Jhan. (DB)