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Redescubriendo el “Lado Dulce de la Fanesca”

Unión, colaboración, tradición, encuentro: si algo distingue a la fanesca es la rememoración de familia; es su esencia de congregación, herencia y costumbre. Consciente del valor que posee este emblema gastronómico, la Universidad de Las Américas organizó “El Lado Dulce de la Fanesca”; evento en el que se reconoció a las mejores recetas, así como a los postres y dulces que la acompañan. 20 establecimientos entre hoteles, restaurantes, huecas y mercados, fueron premiados, además de la asociación de pequeños productores quienes, con su trabajo agroecológico, hacen posible una preparación sostenible y saludable.

Según Felipe Romero, decano de la Escuela de Gastronomía, este festival visibiliza una tradición ancestral al congregar a las mejores fanescas de Quito. Para llegar a este criterio, se consideraron y analizaron diferentes perspectivas: servicio, salud, instalaciones, salubridad, receta. Cabe mencionar que este año se añadió otro componente: los postres, mismos que siempre han caracterizado la celebración de Semana Santa: arroz de leche, dulce de higos, jucho, entre otros. En esta edición, participaron cerca de 60 establecimientos quienes dedicaron todo su esfuerzo.

¿Qué opinión compartieron todos participantes? La importancia de los ingredientes. Precisamente, este evento, al contar con la participación de productores, agricultores y campesinos, resaltó aquellos procesos orgánicos que permiten alcanzar granos seguros, limpios y de calidad. A criterio de Ana María Varea, coordinadora del Programa de Pequeñas Donaciones, una producción verde, libre de químicos y respetuosa de la tierra, arroja cultivos sanos, naturales y aptos para la elaboración de fanescas.

A continuación, compartimos la valoración de los participantes:

Testimonios:

            “La fanesca es la comida que más se espera en el año. Quizá por ser un símbolo de unión, de familia que debe mantenerse intacta. Nuestra receta tiene más de 100 años y el secreto está en perfeccionarla, en mejorar los ingredientes y ponerle más cariño”, Emilio Dalmau, chef ejecutivo en Casa Gangotena.

“La fanesca es un plato emblemático que reúne a la familia: abuelitos, tíos, hijos, nietos, todos contribuyen a su preparación. Por ello, es importante que se conserve viva la tradición”, Laura Cadena, mercado El Quinche.

“Rescatar la fanesca, el dulce de higos, los helados, impulsa el turismo gastronómico. Destaco los espacios que exponen el talento de Ecuador al mundo”, Rafael Centeno, chef en La Posada del Chagra.

“Es importante premiar a los productores ya que ellos representan la base de nuestro trabajo. Sin su esfuerzo diario, sin sus cosechas, nada de esto sería posible”, Wilson Caiza, chef en Pim´s Panecillo.

“Este tipo de espacios contribuyen a la formación de nuestros estudiantes, en la medida que adquieren experiencia, trabajan con productores y proveedores, entran en contacto con chefs y cocineros: es una experiencia única” Felipe Romero, UDLA.

La esencia del festival está en preservar la tradición, en transmitir la costumbre entre generaciones, en impulsar nuevos procesos de preparación y fomentar el turismo gastronómico. Finalmente, se trata de volver a las raíces, de evocar los sabores originales, de generar alianzas y networking; es decir, de recordar, aprender e innovar.

En contexto:

El “Lado Dulce de la Fanesca” es parte del proyecto de “Gastronomía sostenible y saludable” que promueve la UDLA y cuenta con el apoyo de Quito Turismo y la Alcaldía de la ciudad.

Los 20 establecimientos que obtuvieron el reconocimiento son:

Restaurantes: Pim´s Panecillo, Honey & Honey, Casa Gangotena, Heladería San Agustín, Achiote Ecuador Cuisine.

Hoteles: Finlandia, Hotel Quito, Plaza Grande, JW Marriott, Sheraton, Citimed, Barnad, Wyndham Quito Airport, La Posada del Chagra y Molino San Juan Hacienda.

Huecas y nuevas tendencias: Cosas Finas de la Florida, Dulce Placer Heladería y Chulla Vida Restaurant

Mercados: La Carolina y El Quinche.