“El blanco evoca el milagro formidable que es la vida… también es símbolo de identidad, de dignidad…”. Blanco es el color del mandil que recibió la décima primera promoción de médicos graduados de la UDLA, destacada por sus altos promedios.  

Las palabras mencionadas fueron pronunciadas por Luis Burbano Dávila, médico ecuatoriano de gran trayectoria e invitado especial a la ceremonia de imposición del mandil blanco a los nuevos médicos de la UDLA.

Este acto emotivo representa el compromiso que los nuevos profesionales asumen con sus pacientes, con la sociedad y con el gremio al que ahora pertenecen.

“Bienvenidos a esta comunidad científica, humanística y ética al servicio de la humanidad”, enfatizó Luis Burbano.

Vocación de servicio, integridad ética y profesionalismo son tres características que Juan Carlos Zevallos, Decano de la Facultad de Medicina, destacó en los nuevos profesionales que se integran al campo de la salud ecuatoriana.

El mandil blanco fue impuesto a los médicos por sus padres, quienes subieron al escenario con sus hijos para ser parte de este compromiso que ellos asumen con la sociedad.

Además, los graduados tomaron su juramento profesional en el cual se acogen a superar con ética y conocimiento toda dificultad  y circunstancia que se les presente durante su trayectoria médica.

“Les deseo incertidumbre porque les llevará a investigar y a construir conocimiento. Les deseo dificultades para que aprecien la satisfacción del deber cumplido”, mencionó Ana Lucía Martínez, Docente de Medicina.

Por su parte, María Darnely Samaniego Balseca, la mejor graduada de la promoción, elogió los momentos vividos junto a sus compañeros y los motivó a destacar siempre el lado humano con el fin de ser profesionales comprometidos y de excelencia. (DB)