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Jorge Izquierdo recibió el premio Joaquín Gallegos Lara

Jorge Izquierdo Salvador, docente y coordinador académico del programa UDLA Honors, recibió el pasado 1 de diciembre en el Teatro Capitol, el premio Joaquín Gallegos Lara en la categoría novela por su obra El nuevo Zaldumbide.

Conversamos con Jorge y nos dejó algunos detalles de lo que fue recibir este reconocimiento, del libro y de sus planes a futuro. Te invitamos a leer la entrevista:

¿Qué sensación tienes al haber ganado el premio Joaquín Gallegos Lara?

El premio lo veo como un reconocimiento al trabajo colectivo. Al de la editorial y del diseñador. Me parece interesante que se haya decidido premiar una obra que se sale de los esquemas “normales” de la novela. No sé si existe una novela típica, pero El nuevo Zaldumbide es corta, fragmentaria, parcial y sin embargo, el jurado encontró algo en esta que no hubo en las otras. Pero no solo desde la escritura, sino también de la propuesta editorial.

Obviamente, se siente bien ganar un premio, pero también hay que tener claro que esto no determina si la obra es la mejor del año o del concurso, sino que es una decisión de un jurado con base en distintos parámetros que hizo que gane el premio. Es también contar con un poco de suerte, para alcanzarlo. Para mí lo importante es la literatura.

¿A quién dedicas este premio?

El libro está dedicado a Romina Muñoz, mi pareja y mi socia en la editorial, hemos construido juntos algo de lo que estamos muy orgullosos. A más del premio que consiguió la novela, un libro que editamos consiguió el reconocimiento en la categoría de cuento y otro recibió una mención en género.

En cuanto a la obra, El nuevo Zaldumbide, analizas varios pasajes de la obra original y lo comparas con el contexto actual, ¿cuál fue la idea?

Al principio, la idea no estaba muy clara, solo era un gesto de retomar un libro que me había regalado mi abuelo y este coincidentemente es la Égloga trágica de Gonzalo Zaldumbide, escrita y publicada hace mucho tiempo. Contenía varios detalles bibliográficos y curiosidades que me entretenían, pero estaba más ligado al sentimiento y afecto hacia mi abuelo.

El libro empieza por eso, por lo sentimental, pero luego fui incorporando un ejercicio de lectura, un ejercicio de construir un ensayo, pero que no luzca como ensayo. Quería hacer una novela con bastante humor, que sea disperso y simpático.

También haces un análisis de diferentes conceptos, como: corrupción, ayuda por compadrazgo, violencia contra la mujer, racismo y otros… ¿Consideras que la obra original sería censurada en estos tiempos?

Es interesante lo que mencionas porque no tenía tan claro esos conceptos como: corrupción, ayuda por compadrazgo. De la violencia contra la mujer y el racismo tal vez sí, pero creo que más que censurada la obra sería imposible ahora. El nuevo Zaldumbide tampoco sería posible en otra época, supongo.

Cada obra tiene su tiempo, sus convenciones, aspiraciones, etc. Creo que sería imposible escribir ahora un texto como la Égloga trágica, es un producto de ese período.

¿Por qué recomendarías tu obra a los lectores?

Me gustaría que cada lector se encuentre con el libro. Considero que las mejores lecturas son azarosas. Uno de los problemas de los premios a los libros es que crea expectativas y muchas veces condiciona mucho. Por eso no sabría porqué recomendarlo, solo espero que El nuevo Zaldumbide y otros libros escritos por ecuatorianos lleguen a las manos de los lectores.

¿Cuáles son los planes a futuro?

Son muchos. Sigo escribiendo, como editorial seguimos preparando libros. Tenenos una colección de ensayos de Mario Campaña, un ensayo de Karina Marín, hay trabajos en artes visuales. Romina acaba de curar una exposición en Guayaquil y lo queremos convertir en un libro, pronto tendremos el lanzamiento de nuestro nuevo libro en la línea de literatura infantil. En la editorial hay demasiados planes a futuro.

En cuanto a la escritura tengo algunos proyectos medios olvidados, que están entre el cuento y la novela. Todavía no tienen forma, pero están en fase de producción.

Como coordinador de UDLA Honors, también tengo proyectos que se están gestando y eso me motiva para seguir adelante. El trabajo en la UDLA es primordial y muy importante para mi vida.

¿Cómo te sientes al estar invitado a la Feria Internacional del Libro de Quito?

Lo más importante es la oferta de libros y ver lo que se puede encontrar.

Estoy contento de que María Fernanda Ampuero esté al frente de la feria y espero que sea algo diferente este año.