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FIDEL JARAMILLO Y UNA APUESTA POR EL DESARROLLO

“La escuela de negocios de hoy, y el futuro, tiene que ser totalmente diferente a aquellas instituciones tradicionales que formaban individuos para maximizar ganancias o administrar la empresa de sus padres. En la actualidad, el rol social del sector privado está cambiando y tiene que profundizar aún más en temas relacionados con la innovación, el emprendimiento y la creatividad. Esto, desde un claro compromiso hacia la sostenibilidad, inclusión y equidad de género.” De esta manera, se podría resumir la visión de nuestro nuevo decano de la Escuela de Negocios (EDN), Fidel Jaramillo Buendía, economista de reconocida trayectoria académica y profesional.

 

En sus 21 años de periplo por Latinoamérica y el Caribe, Fidel ha seguido muy de cerca la realidad de varios países: contextos, conflictos y desafíos en materia de desarrollo. Su destacada trayectoria como investigador y luego como representante involucrado en el diseño de políticas públicas, le permitió observar cómo ciertas decisiones inciden en la calidad de vida de las personas. Una lectura integral adquirida desde múltiples perspectivas. Sin embargo, algo estaba pendiente… “Era necesario un cambio, obtener una visión más amplia de mi propio país. Qué mejor lugar que la academia”.

A propósito de su trabajo en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Fidel siguió el crecimiento de varias instituciones educativas de la región. No obstante, ningún caso le llamó tanto la atención como la Universidad de Las Américas, el “fenómeno” como él lo llama. Los estudios especializados lo pondrían en contacto con Augusto de la Torre, Vicente Albornoz y Tania Lozada… ¿Qué descubrió? Un espacio enorme de colaboración. Entonces, el llamado de las autoridades fue más un diálogo de confianza, una invitación a encontrar puntos en común y asociarse en un proyecto de transformación académica, económica y social.

¿Cuál es su aspiración?

“Una Escuela de Negocios comprometida con el emprendimiento, con la innovación, que contribuya realmente al país. Son tiempos de sostenibilidad, de productividad, de competitividad… factores que exigen la formación de profesionales decididos a hacer algo diferente, a generar proyectos de vanguardia”. Sin embargo, las aspiraciones de Fidel no se detienen ahí: en q los próximos años, proyecta a la Universidad de Las Américas como un referente académico y de investigación en la región. Una apuesta ambiciosa que tiene el firme propósito de liderar la discusión intelectual no solo sobre el devenir de las empresas, sino alrededor del impacto que ejerce el sector privado en la sociedad.

¿Cómo superar esquemas tradicionales? ¿De qué manera se tiene que preparar a las nuevas generaciones? Son preguntas que el nuevo decano responde con una consigna clara: “el paso por las aulas no es casual, ni un requisito formal. La educación tiene un sentido que va más allá de los contenidos y apunta a preparar ciudadanos conscientes de su rol, interesados en el bienestar colectivo”.

Con su llegada, Fidel regresa a una de sus pasiones: enseñar, compartir experiencias, aprender más y descubrir soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad.