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La UDLA participa en las mesas de diálogo para el Plan de Ciclovías Emergentes frente a la Covid-19

 

La Comisión de Movilidad del Concejo Metropolitano de Quito presentó el Plan de Ciclovías Emergentes, con lo cual se pretende brindar alternativas de movilidad para la ciudad y así evitar el contagio de coronavirus. Quito tendrá 62.7 km de ciclovías emergentes.

En uno de los estudios liderados por la Dra. Rasa Zalakeviciute, en conjunto con estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental R. Vásquez, D. Bayas y el Ing. Adrián Buenaño en colaboración con la Secretaría de Ambiente de Quito y la Universidad de Cuenca, realizaron la investigación sobre el impacto de la reducción de las actividades humanas en la calidad del aire urbano en Ecuador. Se registró una reducción del 29-68% en las concentraciones de contaminación del aire debido a las medidas de cuarentena a causa de la COVID-19.

En Quito se pudo observar diferencias espaciales en la reducción de la contaminación en relación con el resto del país, debido a la implementación de medidas preventivas. Hace dos meses la capital registraba una de las mayores contaminaciones urbanas a nivel nacional, haciendo del aire de la urbe uno de los más tóxicos para la salud humana. La mayor parte de su contaminación se debía al alto tráfico de automotores públicos y privados que circulaban a lo largo y ancho de la ciudad.

Se realizó un estudio que se originó de una tesis de pregrado, de uno de los alumnos, ahora graduado de Ingeniería Ambiental de la UDLA, Adrián Buenaño, quien es parte de las mesas de diálogo para el Plan de Ciclovías Emergentes. En este estudio se propone el mapa de mejoramiento de las ciclovías, la sugerencia de evitar las calles principales con rutas de buses.

Esto es vital para el proyecto, porque le tráfico es una de las principales fuentes de daño a la salud, lo demuestra la necesidad generalizada de moderar la tasa de motorización mediante la introducción de formas de transporte más sostenibles. Además, la motorización y los avances tecnológicos provocan una disminución de la actividad física en la población mundial, con un 23% de adultos y un 80% de adolescentes. Esto también aumenta los riesgos de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, lo que se resume como uno de los principales factores de riesgo de muerte en todo el mundo.

Lamentablemente, se espera que los niveles de obesidad causados por la inactividad alimentaria y física crezcan, y se proyecta que los países en desarrollo excedan los niveles de obesidad de los países desarrollados en un futuro próximo.

De acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), numerosos países están estableciendo objetivos para reducir la contaminación del aire y la actividad física insuficiente.

Se sospecha que ambos problemas de deterioro de la calidad del aire y la actividad física podrían resolverse promoviendo modos activos de transporte. En comparación con el tráfico motorizado, la alternativa de ciclismo requiere muy poco espacio, y además es económica, limpia y promueve la salud.

En un estudio todavía no publicado, realizado por estudiantes de la carrera de Ingeniería Ambiental de la UDLA y guiados por Dra. Rasa Zalakeviciute, se puede ver que dos parques centrales de Quito demuestran la remediación de la contaminación urbana proveniente de las avenidas, uno de ellos es el parque La Carolina y sus alrededores, ubicado en el norte de la capital.

Le preguntamos a Rasa Zalakeviciute, quien también es parte de las mesas de dialogo, ¿cómo ve la propuesta de la Secretaria de Movilidad del Distrito Metropolitano de Quito?, y esto nos respondió:

“Este es un plan excelente y no solo por el beneficio de reducir la contaminación tóxica para nuestra salud y ambiente, sino también por el beneficio de la salud física y mental, es importante impulsar el transporte activo,  y también evitar congregaciones en grupo. Este último puede ayudar disminuir el contagio por coronavirus. Estos contagios son más comunes en transportes públicos, por exposición a la infección en un espacio pequeño que concentra mucha gente”.

 ¿Qué deberíamos hacer para evitar la contaminación por parte de los automotores que circulan por el sector?

Una de las maneras más eficientes es la migración al transporte eléctrico, como uso del metro, buses y carros eléctricos y bicicletas. Esto no es un proceso rápido, lamentablemente. Pero esto no significa que este tipo de transición no podría realizarse a largo plazo. Y así, eventualmente Quito podría mantener su aire más limpio. (WH)