Muchas veces hemos viajado por negocios o placer, nos hemos hospedado en un hotel o hemos usado los servicios que este ofrece, el restaurant, la piscina, discoteca etc., ni hablar de las aerolíneas, agencias de viajes, en fin, la lista es interminable, el común denominador de todos estos lugares es el servicio que brindan sus colaboradores.

El éxito de cualquier negocio, a más de ofrecer un excelente producto, radica en  la calidad de servicio. Muchos analistas a lo largo del tiempo, han considerado al servicio como un producto tangible y no tangible, ya que el factor humano desempeña un papel muy importante.

Esto se debe a que el cliente es quien tiene la última palabra, pues es quien evalúa y reconoce a una empresa o establecimiento de acuerdo al servicio recibido, la calidad es muy importante en la industria turística.

El 11 de agosto, Camila Landázuri, graduada de la carrera de Turismo en la UDLA, ofreció una charla a estudiantes de la universidad, donde  contó su experiencia profesional trabajando como azafata en tierra en la aerolínea KLM – Royal Dutch Airlines.

 Camila, al cursar sus últimos semestres, entró a la aerolínea internacional KLM, a realizar sus pasantías preprofesionales en el 2018, gracias al apoyo de la Escuela de Hospitalidad y Turismo.

Desde pequeña siempre le gusto viajar y conocer nuevos lugares, probar nuevos platos, sobre todo relacionarse con gente de todo el mundo.

Escogió a la UDLA como centro de aprendizaje porque la malla curricular fue la más completa comparada con otras universidades.

“Desde los primeros semestres formé parte del grupo de protocolo de la UDLA, que siempre está presente en los eventos internos y externos, así tuve la oportunidad de conocer varias embajadas, también a personalidades que viajan por todo el mundo como el embajador de Francia”, dijo Camila.

Realizó también, pasantías en el hotel Howard Jhonnson, en la recepción de huéspedes y con una plannig wedding (planeadora de bodas), “En todos estos lugares, el servicio es muy importante para dar una buena imagen y que los clientes se sientan a gusto con nuestro trabajo”, sostuvo Camila.

 Participó en varias giras académicas que realiza la universidad, ya que considera que son de mucha importancia, porque tuvo la oportunidad de conocer al Ecuador a lo largo y ancho de su territorio, desde un enfoque más técnico.

En KLM, inició sus pasantías en las oficinas centrales en Quito, donde conoció de contabilidad, administración y marketing de la empresa, hasta que tuvo la oportunidad de trabajar en el aeropuerto como agente de tráfico o azafata en tierra, dejando de lado sus pasantías para pasar a formar parte del equipo operativo de esta multinacional.

En un día normal de trabajo,  Camila menciona que, la supervisora de vuelo, realiza una reunión previa al despegue de un avión, aquí informa la cantidad de pasajeros a bordo, cuántas en business class y cuántas en clase económica, si hay personas que necesitan algún tipo de asistencia, un trato diferencial,  entre otros detalles técnicos del vuelo.  La base en estos protocolos es la comunicación.

 A más de trabajar para KLM ahora trabaja también para la aerolínea Air France, convirtiéndola en una  embajadora del turismo cuyo objetivo es brindar un servicio de excelencia a sus clientes, exactamente como lo hacía cuando recibía a los huéspedes del hotel. Uno de los puntos más importantes es el dominio de los idiomas sobre todo el inglés, es muy gratificante conocer una segunda lengua porque  ayuda mucho en el desempeño profesional.    “La actitud y el servicio son claves para crear experiencias con valor a los turistas, al punto que te agradecen la ayuda que brindas”, mencionó Camila.

“A todos quienes siguen esta hermosa carrera les quiero decir,  que no pierdan la oportunidad de viajar y conocer otros países, porque ese bagaje cultural  les va a servir muchísimo, para que expandan su mente y también para que las puertas de esta profesión se abran a cada uno de ustedes”, finalizó nuestra flamante agente de trafico de KLM – Royal Dutch Airlines. (WH)