Anahi estudió en la Universidad San Francisco de Quito y obtuvo un B.A. en Artes Liberales con una subespecialización en Teatro. Realizó un máster en Creación de Guiones Audiovisuales en la universidad de La Rioja, España, se preparó en actuación en el Laboratorio Malayerba de Quito, posteriormente en Los Ángeles, California, donde residió por cuatro años.
Actualmente cursa una maestría en Estudios Avanzados de Teatro, en el programa en línea UNIR de la Universidad de La Rioja, España.
En el 2002 se involucró en el cine nacional en el área de la producción con la finalización del largometraje Fuera de Juego dirigido por el cineasta guarandeño Víctor Arregui. Película que ganó el Premio Único de Cine en Construcción de San Sebastián, España en el 2002.
En 2007 fundó, junto a varios cineastas ecuatorianos, La Maquinita, una corporación para el desarrollo y producción cinematográfica. Entre los proyectos más relevantes de la corporación se encuentran los largometrajes: Esas No Son Penas (2007); María y el Araña (2013); La Muerte de Jaime Roldós (2013); Ochentaisiete (2014) y Lo Invisible (2021).
Su experiencia en cine tiene que ver con áreas como la dirección, producción, producción ejecutiva, guion y actuación. Se desempeñó como codirectora y guionista en los largometrajes de ficción: Esas No Son Penas (2007) y Ochentaisiete (2014). También actuó en: Esas No Son Penas (2007); La Llamada de David Nieto (2012); Rómpete una Pata de Víctor Arregui (2013); Agujero Negro de Diego Araujo (2018) y Lo Invisible de Javier Andrade (2021).
Desde el 2012 se vinculó a la producción audiovisual publicitaria como directora de spots, actualmente colabora en TITAN FILMS.
Fue docente a tiempo parcial de la UDLA durante alrededor de cinco años, lo que le permitió asumir la coordinación de la carrera y conocer más a fondo la filosofía, la visión y el manejo de la Escuela de Cine.
“La dirección de la Escuela es un reto donde puedo unir mi experiencia como docente y mi trayectoria profesional en beneficio de los estudiantes y docentes. El Cine es arte e industria a la vez por lo que es fundamental una vinculación real con el medio profesional tanto a nivel nacional como internacional”, mencionó Anahi.
¿Qué mensaje podría dar a los jóvenes que están interesados en la carrera?
Al estudiar cine aprenderán a manejar las herramientas y la técnica porque un porcentaje muy alto de las materias de la carrera son prácticas. Se aprende a través del desarrollo de proyectos. También, e igual de importante, se adquiere dominio en la narración con un punto de vista particular, personal y único. Esto hace que los proyectos tengan voz propia y sean generadores de pensamiento y reflexión. Es una carrera con salida a muchos campos profesionales, ya que estos principios se aplican a todas las artes e industrias audiovisuales.
¿Qué mensaje podría dejar a la comunidad UDLA?
Primero felicitar a toda la comunidad por el esfuerzo enorme que se realizó, en conjunto, y que permitió que nos adaptemos rápidamente a las circunstancias y que el semestre se haya cumplido con éxito. Que esta experiencia sirva para seguir transmitiendo ideas de excelencia, fortaleza, honestidad y amor por lo que hacemos a los estudiantes y a la gente a nuestro alrededor.
¿Cómo ve a la carrera en cinco años?
Una de las cosas que se comprobó durante el confinamiento es que la producción de contenidos audivisuales en la actualidad es una de las industrias más poderosas a nivel mundial. Una industria que mueve, no solo mucho dinero alrededor del mundo sino, que es creadora de pensamiento y tendencias. El crecimiento de una industria toma fuerza con la profesionalización de sus miembros. Como Escuela este es el trabajo que nos atañe. Veo a la Escuela de Cine de la UDLA en cinco años como ente activo en la construcción de una cinematografía nacional fuerte y con proyección internacional.
Felicitamos a la nueva directora y le deseamos la mejor de las suertes, para asumir este duro reto en beneficio de la educación universitaria.
