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Iván Andrade: un decano con proyección internacional

 

Perspectiva global, experiencia de prestigio y estrategia empresarial, tres características que definen la trayectoria de Iván Andrade Apunte, nuevo Director de la Escuela de Negocios de la Universidad de Las Américas.

De su vida profesional destacan los más de 20 años que ha trabajado en empresas multinacionales en países como Inglaterra y Estados Unidos, con responsabilidad regional a nivel de Latinoamérica y Europa, y 9 años en otras empresas en Canadá. También, entre 1995 y 1996 fue Ministro de Finanzas del gobierno de Sixto Durán Ballén, o hizo su “conscripción civil”, como él la llama para referirse al deber que cumplió con su país.

En 2012 regresó definitivamente al Ecuador. Aquí disfruta junto a su esposa María Eugenia, con quien lleva casado más de 40 años. Además de las finanzas, sus pasiones son el deporte y su familia conformada por sus dos hijos y su nieta, así como con el resto de familiares con quienes mantiene una sólida unión.

Su vasto conocimiento y experiencia lo posicionan como el candidato ideal para liderar la Escuela de Negocios. Conversamos con él para conocer más sobre su visión.

¿Cómo evaluar el escenario empresarial actual en el país?

Lo primero es entender a la pandemia como una tragedia humana, eso es lo que más importa. La misma viene acompañada de una afectación a la economía de los hogares. Luego habrá que analizar la situación del sector empresarial. Por un lado, la pandemia ha mostrado la fragilidad que pueden tener algunas empresas (de cualquier tamaño), debilidades en su estructura financiera patrimonial. Estas, sin duda, fueron y continúan siendo las más afectadas. Sin embargo, también hay compañías que han demostrado ser fuertes, no solo en la parte financiera patrimonial, sino también en la solidez de su balance como tal y en sus empresas; porque han tenido muy buenos gobiernos corporativos, que han desarrollado estrategias y líneas de productos muy bien posicionadas en el mercado y con estructuras sólidas de comercialización. Estas organizaciones cuentan con un gran capital humano y por ende han podido conservar el empleo y seguir siendo un factor multiplicador de ingresos en la cadena de valor productiva. Ese segmento está listo para continuar recuperando el terreno perdido.

En este escenario, ¿qué tipo de profesionales se requiere para obtener resultados positivos?

Todos debemos estar conscientes que debemos seguir aprendiendo. No podemos asumir que el conocimiento adquirido fue el límite al que llegamos. Será necesario conocer cómo están actuando las empresas en el mundo ante la situación actual y qué acciones están tomando para enfrentarla. De tal manera que el ejecutivo se nutra, no solo del día a día -que ya en sí es un desafío-, sino que sepa lo que está sucediendo a su alrededor. El aprendizaje debe ser continuo e integrarse al contexto internacional. Asimismo, un nuevo elemento es que hoy no existen las fronteras del trabajo, los profesionales pueden laborar en cualquier empresa del mundo (de forma virtual), por ende, toma aún más fuerza lo de preocuparse de lo que está sucediendo alrededor porque no solo se trata de dónde estás, sino de cómo me preparo mejor para competir a nivel mundial. Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que tenemos los mecanismos para hacerlo, pero hay que buscarlos.

¿Cuál es su meta en la Escuela de Negocios?

Siempre pienso, ¿cuál es el valor agregado que brindo a la institución en la que estoy? Esa búsqueda continua ha sido un norte para mí y es uno de los elementos que usaré para liderar la Escuela de Negocios. Un segundo elemento es lograr que nuestros estudiantes tengan una preparación que, efectivamente, les permita competir a nivel internacional. Un tercer aspecto es empujar a que estén conectados con lo que pasa en el mundo, es decir, que eso sea parte del aprendizaje diario que tenemos. Si estamos en una escuela de negocios, nuestras fronteras van más allá del Ecuador.

Finalmente, un cuarto factor es cómo integramos a nuestros graduados a la cadena de valor de producción y comercialización del Ecuador. Esto se logra al estar más expuestos a las empresas ecuatorianas, a entender cuáles son sus estrategias, cuál es su posicionamiento, es decir que puedan tener una inmersión en el mundo empresarial.