Son la primera generación de Hospitalidad y Turismo que realiza proyectos capstone, una iniciativa que busca generar un vínculo real entre lo aprendido en las aulas y la aplicación real en el mundo profesional.

Se trata de más de 20 estudiantes de Hospitalidad y Turismo (malla antigua) y de Turismo (malla nueva) que concluyeron sus proyectos de titulación, que fueron elaborados en conjunto con clientes reales o la comunidad.

En este caso, diferentes equipos trabajaron en la parroquia de Nono, con el Gobierno Autónomo Descentralizado y con los negocios del empresario Esteban del Hierro, quien tiene proyectos tanto en la localidad, como en Quito.

Revisa los proyectos de los estudiantes aquí: “Estudiantes de Hospitalidad y Turismo desarrollan proyectos para Nono”.

“Conversamos con la comunidad, escuchamos sus necesidades y vemos que estén articuladas con el conocimiento y las líneas de investigación de la carrera”, explica Rafael Carrera, Docente a cargo de los proyectos, sobre el proceso inicial para poner en marcha los mismos.

Trabajo en equipo, liderazgo, capacidad para llegar a acuerdos son algunas de las enseñanzas que dejó este proceso para Salomé Dávila y que, a su vez son habilidades aprendidas durante la carrera, explica.

“Ha sido muy interesante poner en práctica los conocimientos adquiridos desde primer semestre. Nos ha servido mucho lo aprendido en contabilidad, finanzas, marketing del sector de servicios, entre otras materias que nos han dado la visión para entender cómo se maneja un negocio y qué podría mejorar”, afirma Vanessa Villegas, otra de las estudiantes que presentó su proyecto capstone.

Con ella coincide Carolina Herrera, quien cuenta además que enfrentarse a proyectos reales como este es muy valioso para su formación profesional. “He tratado de implementar todo lo que aprendí, desde primer semestre hasta el último”.

Sin embargo, los aprendizajes vienen también en forma de desafío. Por ejemplo, uno de los retos más grandes para Asdrid Albarracín fue enfrentarse a un cliente real, a quien debió presentar una propuesta que le pareciera tan atractiva como para implementarla en su negocio.

“Me ha ayudado a enfrentar el momento de la presentación. Ya no es un juego, sino que estoy presentando mis ideas a un cliente y estas tendrán una trascendencia mucho mayor”, explica Nicole Salem, otra de las alumnas que forma parte de los equipos.

Para Rafael, precisamente todo ello implica la enseñanza que la carrera pretende dejar en los estudiantes. La idea es que estén preparados para presentarse ante diferentes clientes con sus propuestas y que, sobre todo, tengan las herramientas para aplicar lo aprendido en diferentes escenarios prácticos y así potenciar el turismo en Ecuador.

Los estudiantes recibirán un reconocimiento a los mejores proyectos de parte de la carrera.