“Ingeniería Agroindustrial nos enseñó a encontrar oportunidades de negocio haciendo eficiente nuestra producción”. Con esa consigna, Guillermo Ortiz, graduado de esa carrera ha cosechado varios reconocimientos en los últimos años.

Su especialización es la caficultura, a la cual se dedica desde hace 10 años como capacitador y posteriormente como productor en su propia finca llamada Victoria. Precisamente, el valor agregado que le dio a su cosecha le ha hecho acreedor al fondo Emprende otorgado por la Secretaria de Educación Superior, Ciencia Tecnología e Innovación (Senescyt).

“Ingeniería Agroindustrial de la UDLA te forma tanto como para ser un emprendedor y tener tu propia empresa, como para administrar una empresa de alimentos. El conocimiento que te entregan es un mix de materias que tienen temas administrativos transversales”, menciona Guillermo.

Su proyecto

Con todo el conocimiento acumulado de la universidad y de su experiencia profesional, Guillermo lleva adelante Finca Victoria, el primer centro de innovación de café del Ecuador. “Trabajamos en toda la cadena productiva, desde la siembra y la producción del grano, hasta la poscosecha”, explica.

El emprendedor cuenta que la producción deja desperdicios en sus procesos, mismos que pueden ser aprovechados con innovación y tecnificación. Por eso, vio esta oportunidad de negocio en la cual, no solo inició con el tostado del café de su cosecha para ofrecerlo como producto listo para el consumo, sino que además agregó bebidas energizantes y otras, tipo cóctel.

Y, no se quedó ahí, sino que avanzó a un siguiente nivel, en el cual hace que el conocimiento sea colaborativo y transferido a otros, ya que su propuesta incluye un centro de capacitación para productores, estudiantes, productores e incluso turistas que quieran aprender sobre el mundo del café.

Con su propuesta innovadora descrita se hizo acreedor al fondo Emprende, dinero que será invertido en infraestructura y equipos de última generación.

Su idea de mejora surgió a raíz de la pandemia, cuando la producción de café, tal como la venía realizando encontró desafíos como la exportación del grano y la escaza mano de obra para la producción.

“Tuve miedo de quebrar entonces decidí evolucionar. Hoy tengo uno de los laboratorios más completos a nivel país”, enfatiza.