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UDLA y Fundación Hermano Miguel: una relación de solidaridad y cuidado del medio ambiente

La Universidad de Las Américas y la Fundación Hermano Miguel trabajan en conjunto para asegurar que los desechos reciclables que se generan en nuestros campus sean correctamente gestionados a la vez que producen ingresos para las labores de la fundación. Esta organización sin fines de lucro tiene como misión brindar atención de calidad a personas con discapacidad. Además, es una gestora calificada por el Ministerio del Ambiente, lo que garantiza el manejo adecuado de los desechos que la UDLA les entrega. 

Como parte de sus valores institucionales, el cuidado del medio ambiente es un pilar fundamental que guía la operación diaria de los campus UDLA. Para garantizar un manejo adecuado de desechos, contamos con tachos diferenciados que, una vez clasificados, son entregados a gestores como la Fundación Hermano Miguel, minimizando el impacto de la comunidad universidad sobre el medio ambiente y reduciendo la cantidad de basura que llega a los rellenos sanitarios. 

Pero el reciclaje es solo la etapa final de un compromiso de la universidad por generar cada vez menos desechos. Con acciones que prohíben el uso de materiales no reciclables, como la espuma flex, e incentivan la comercialización de empaques reciclables como vidrio, latas y tetra pak, la UDLA ha logrado reducir la generación de basura. Por ejemplo, de 1390 kg de envases PET que se entregaban a la fundación en 2016, se ha reducido a 12 kg en 2022. El objetivo, en palabras de Karen Pérez, jefa de Gestión Ambiental, es “tratar de generar la menor cantidad de desechos posible para impactar menos en el ambiente”. 

Sin embargo, lo que se genera es clasificado en campus y gestionado por la organización, lo que ha permitido que la comunidad universitaria subsidie innumerables sesiones de terapia física, psicológica y ocupacional para los beneficiarios de la labor social de la Fundación Hermano Miguel.