La Semana de la Movilidad, una iniciativa que se celebra todos los años del 16 al 22 de septiembre, contó con la participación de estudiantes y docentes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Las Américas. Eventos y activaciones promovidas por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, en el marco de la Política Nacional de Movilidad Urbana Sostenible de Ecuador, buscaron promover formas sostenibles de transporte como caminar, usar bicicleta y transporte público.

El PARK(ing) DAY, una de las principales actividades de esta semana, se llevó a cabo el viernes 16 de septiembre en los exteriores del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, en el centro norte de Quito. El proyecto consistió en transformar temporalmente los espacios destinados para estacionamientos de pago para automóviles, en áreas públicas temporales.

El objetivo es desarrollar proyectos que conviertan los estacionamientos en pequeños parques y áreas sociales que contribuyan a generar un mensaje de defensa de calles más equitativas, seguras y verdes. Esta iniciativa, que comenzó como una intervención arquitectónica y artística de “guerrilla”, se ha convertido en un movimiento global de discusión sobre cómo se diseñan y construyen nuestras ciudades, una conversación necesaria para los arquitectos en formación.

El proyecto de Arquitectura y el FabLab busca transformar el mobiliario urbano

Daniela Maldonado y Mateo Granja, docentes UDLA, junto con Renato Ávila, Esteban Naranjo, Mateo Proaño y el equipo del FabLab, conceptualizaron y produjeron el prototipo de mobiliario urbano que la Facultad de Arquitectura y Diseño instaló en el espacio de parqueadero asignado por el MTOP. El proyecto, una pieza escultórica de mobiliario, se desarrolló con base en el diseño de los estudiantes, a partir de un estudio ergonómico de distintas posiciones del cuerpo, como sentarse, apoyarse y recostarse.

Con ese diseño, el FabLab, laboratorio de fabricación digital de la UDLA, usando materiales como OSB (tableros de partículas de madera) y máquinas de corte de precisión, desarrolló las piezas que permitieron el ensamblado de este prototipo ‘in situ’. Para darle más peso al diseño, se fabricaron pequeños floreros movibles que se pueden adaptar al diseño integral de la pieza, para que, en palabras de Daniela Maldonado, la pieza dé “esta sensación de involucramiento de la belleza, de la naturaleza a través de estos objetos”.

De acuerdo con Daniela, el equipo de trabajo que se conformó permite evidenciar “cómo podemos trabajar con las herramientas del FabLab para la generación de prototipos que puedan servir en el espacio público. La idea de estas colaboraciones es que el Fablab forme una serie de ecosistemas de innovación donde participen tanto la academia como la empresa privada, así como estudios de diseño que podrían colaborar con una agenda de investigación que sea aplicada al desarrollo tecnológico y de innovación en la facultad”.

En esa línea, Renato Ávila, director del FabLab, amplió sobre cómo este ecosistema permite “cerrar la brecha entre el diseño y la fabricación”, utilizando diseño computacional y fabricación digital: “el FabLab funciona como un centro de transferencia de conocimiento. A través de darles acceso a la producción a estudiantes y docentes, se resana el divorcio que existe entre diseñadores y fabricadores, es una especie de portal entre el mundo virtual y el físico”.