Por Fernando Del Vecchio, Ph.D. – Director del MBA en la Escuela de Negocios UDLA

En lugar de preguntar ¿cómo puedo conseguir trabajo?, puedo preguntarme ¿cómo puedo convertirme en la persona que todo el mundo quiera contratar?
En lugar de preguntar ¿cómo puedo tener un hijo maravilloso?, puedo preguntarme ¿cómo puedo convertirme en la persona maravillosa (que tenga un hijo maravilloso)?

Uno se relaciona con aquellas personas que manifiestan semejanza con nosotros. Atraemos aquello que somos.

En lugar de preguntar ¿cómo puedo hacer para que me paguen más?, puedo preguntarme ¿cómo puedo convertirme en la persona cuyo valor económico sea mayor?
Uno no gana más dinero pidiéndolo o exigiéndolo (haciendo una huelga). Uno no gana más dinero esperando. Uno gana más dinero cuando se hace más valioso, aprendiendo a trabajar más duro en uno mismo que en su trabajo.

La clave aquí es modificar nuestro enfoque para poder hacer preguntas de calidad. Y modificamos nuestro enfoque cambiando la dirección de las preguntas: dejamos de preguntar cómo hacer para que los demás hagan algo (lo que no controlamos), y comenzamos a preguntar cómo convertirnos en la persona que obtenga el resultado deseado (lo que sí controlamos).