Por Fernando Del Vecchio, Ph.D. – Director del MBA en la Escuela de Negocios UDLA

“Toda mi vida he trabajado para lograr el éxito de la noche a la mañana. Nunca ha pasado.” Anónimo.

Es posible pero improbable ser exitoso de la noche a la mañana. Aún así, muchos creen en ello. ¿Será que apuestan a tener suerte en lugar de trabajar en crear buena suerte?

Llamamos suerte al resultado positivo de un evento improbable que ha tenido lugar. Crear buena suerte es el resultado de trabajar en el diseño de las condiciones para lograr lo que deseamos conseguir.

Lo que habitualmente no se tiene en cuenta es que todo proceso tiene demoras. La demora es el tiempo entre la causa y el efecto, entre el trabajo que realizamos y el resultado que obtenemos.

¿Cuál es la demora en el proceso que estás trabajando para lograr la meta que te propones? Si la demora es de años y pretendes resultados en meses, si la demora es de meses y pretendes resultados en semanas, o si la demora es de semanas y pretendes resultados en días, te enojarás, te frustrarás y/o te angustiarás. Si abandonas antes, probablemente nunca sepas si estabas en el camino correcto, con expectativas de tiempo incorrecto.