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Este proyecto se creó con la necesidad de un espacio de inclusión social diseñado para los hermanos de los niños con cáncer mediante la práctica deportiva y la promoción de los valores sociales.

El proyecto se divide en 3 partes: Una parte deportiva, con el equipo de fútbol; otra de talleres de emprendimiento y la última con actividades lúdico-pedagógicas.

El proyecto es pertinente con la realidad nacional ya que está dirigido para los niños con cáncer y sus familias; para fomentar un espacio educativo en base al deporte y al aprendizaje. El proyecto nace con la finalidad de crear una actitud positiva en la vida del niño con cáncer y su familia. Y, también, para construir una comunidad optimista para las familias a través de la terapia de la risa y la educación.

Los objetivos son:

  • Crear una actitud positiva en la vida de cada niño con cáncer y sus familias en el Ecuador.
  • Proporcionar herramientas para su desarrollo óptimo dentro de la sociedad, generando un aprendizaje en valores de esta basada en las experiencias de nuestras familias.
  • Construir una comunidad optimista a través de la terapia de la risa, el deporte y la educación.

En este proyecto se han beneficiado 50 familias 50 familias de niños con cáncer. La comunidad se beneficiará al mejorar la calidad de vida y resiliencia de los pacientes (Capacidad física y psicológica para sobreponerse a una enfermedad).

Las jornadas de fútbol a cargo de Diego Corral se llevan a cabo todos los domingos en el campus de la Granados con un promedio de 30 niños.

Las actividades lúdico-pedagógicas para los niños más pequeños se realizan con juegos, canciones, pintura y elaboración de manualidades. Posteriormente se motiva a los chicos más grandes realizar actividades donde se desarrollen sus habilidades mentales, a través de dinámicas de integración y participación.

En una de las jornadas se contó con la Policía Nacional como voluntarios, los mismos que prepararon varios juegos lúdicos con algo de pintura y manualidades. Además, los uniformados demostraron a los niños pequeños y grandes como deben defenderse en caso de que su vida esté en riesgo. Estas actividades cuentan con un promedio de 15 personas.

El proyecto de emprendimiento gastronómico cuenta con 15 madres que han aprendido cómo hacer galletas de vainilla, alfajores, donuts, berlinesas, crema pastelera. Ellas ayudan a preparar los refrigerios para los niños de las jornadas de fútbol.

Además se inició  el proyecto Escuela para padres. En este taller se realizó un conversatorio abierto donde los padres de los niños oncológicos expusieron las vivencias que han tenido a lo largo del tratamiento de sus hijos. Se pudo conocer un poco más la realidad de cada una de las familias que están en el PSD. Este proyecto se realiza dos domingos al mes.

Las madres de los niños empezaron también con el taller de “Bordado en toallas”, que se realiza dos veces al mes y que cuenta con 19 madres. Este taller se desarrolló en medio de trazos y bordados de flores en telas temporales, proporcionados por la profesora. Para esto se utilizaron agujas, hilos, cintas y encajes; más adelante se realiza el bordado en las toallas.

El taller de musicoterapia ayuda los niños con cáncer a favorecer la comunicación, se promueve la expresión corporal y ayuda a la integración. Además, “la musicoterapia ayuda al paciente a conseguir la salud usando experiencias musicales”. En general se utilizan juegos, actividades lúdicas, participación de voluntarios en el canto y ejercicios para la voz; se interpretaron canciones y se hace hincapié en el uso de su oído al escuchar diferentes timbres musicales.

Un promedio de 15 niños reciben musicoterapia. Ellos participan en la creación musical propia, ya sea con la voz o instrumentos. En el proyecto están involucrados permanentemente 4 estudiantes.

Los resultados son que el hermano del niño con cáncer recupera el protagonismo dentro de la familia, mientras que el niño enfermo se recarga energía para continuar con su tratamiento. Los tutores recuperan la confianza y el autoestima. Por otra parte las familias encuentran medios alternativos para generar ingresos. Así mismo, a todos ellos, se les entrega información y se les aplica programas de educación.