Cuando un médico se enfrenta al manejo del dolor crónico, éste representa uno de los desafíos más significativos para la atención en la actualidad. A medida que las nuevas generaciones de médicos ingresan a la práctica clínica, se enfrentan a un panorama cada vez más complejo en el manejo de esta condición debilitante y en ocasiones incluso incapacitante. El dolor ha ido incrementando su presentación con relación al aumento de la longevidad de los pacientes, pues esta misma longevidad trae consigo el padecimiento de otros síndromes que pueden ser acompañados de dolor, también se puede deber al aparecimiento de nuevas enfermedades, entre otras múltiples causas y desencadenantes de dolor.  Los médicos estamos abocados a investigar más y mejores formas de control de dolor, para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, mejorar su estado laboral y llevar de mejor manera comorbilidades que se puedan asociar. 

El enigma del dolor crónico: 

El dolor crónico es un fenómeno multifactorial y subjetivo que puede presentarse en diversas condiciones, incluyendo enfermedades musculoesqueléticas, neuropatías, trastornos reumáticos y cáncer avanzado. Su naturaleza compleja implica que no existe una solución única y definitiva para abordarlo. La falta de biomarcadores específicos para el dolor crónico complica aún más su diagnóstico y tratamiento. Siendo este un punto importante de anclaje para estudio, investigación e innovación. 

El manejo del dolor crónico es crítico de la atención médica que requiere una comprensión profunda de los factores físicos, emocionales y sociales que contribuyen a la experiencia del paciente. Desafortunadamente, el enfoque tradicional del sistema de salud a menudo se ha centrado en tratamientos farmacológicos, lo que puede llevar a la sobreutilización de opioides y otros medicamentos que pueden tener consecuencias negativas a largo plazo, como la dependencia y los efectos secundarios. 

Dificultades para las nuevas generaciones de médicos: 

Es responsabilidad de los que colaboramos con la formación médica, el enseñar un enfoque ampliado en la gestión del dolor, pues la falta de este punto de vista puede llevar a una preparación deficiente para tratar eficazmente a los pacientes. Además, la presión del tiempo en el entorno médico actual puede dificultar la adopción de enfoques multidisciplinarios y la dedicación de tiempo suficiente para escuchar y entender las necesidades del paciente. Debemos enseñar que el enfoque para manejar el dolor de nuestros pacientes puede tener múltiples aristas que debemos considerar: 

1. Educación continua: para los médicos en ejercicio y estudiantes de medicina. Esto debe incluir la formación en enfoques no farmacológicos y multidisciplinarios para el manejo del dolor crónico. 

2. Enfoque en el paciente: Establecer una relación de confianza con el paciente y considerar sus valores y preferencias en el plan de tratamiento. La escucha activa y el enfoque centrado en el paciente son cruciales para comprender la experiencia del dolor crónico de manera holística. La práctica clínica ha demostrado que mientras el paciente confía en su galeno, habrá mayor apego terapéutico, mejor seguimiento y mejor respuesta a tratamientos. 

3. Trabajo en equipo multidisciplinario: Los médicos debemos considerar el colaborar con otros profesionales de la salud, como fisioterapeutas, psicólogos y trabajadores sociales, para proporcionar una atención integral a los pacientes con dolor crónico. Teniendo en cuenta siempre que el paciente que presenta dolor puede llegar a deteriorar todo su entorno, por lo que trabajar integralmente con el paciente, brindará mejores resultados terapéuticos en el control. 

4. Uso responsable de medicamentos: Es importante promover el uso responsable de medicamentos, con un enfoque en la prescripción prudente de analgésicos tradicionales, opioides e incluso en la actualidad toda alternativa farmacológica disponible en la terapéutica y la considerar siempre terapias alternativas farmacológicas y no farmacológicas. 

Como breve conclusión se podría decir que el manejo del dolor crónico es un desafío apremiante para las nuevas generaciones de médicos. Requiere un enfoque integral, multidisciplinario y centrado en el paciente para mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren esta afección. Con una mayor educación y conciencia sobre enfoques de tratamiento innovadores, los jóvenes médicos pueden marcar una diferencia significativa en el abordaje del dolor crónico y proporcionar una atención más compasiva y efectiva a sus pacientes. 

 Dra. Eliana M. Narváez A., Especialista en Anestesiología Reanimación y Terapia del Dolor. 

Bibliografía 

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