Un corresponsal periodístico es una persona que se encuentra en un territorio determinado, es el encargado de enviar información de un suceso a un medio de comunicación sea radio, televisión o redes sociales, es decir, es el encargado de cubrir una noticia.
Pero, ¿qué es un “corresponsal de guerra”?
Un corresponsal de guerra es aquel periodista que es enviado a una zona de conflicto bélico, sea por un medio de comunicación o de forma independiente, su función es informar sobre los enfrentamientos. Todo corresponsal está bajo la protección de un bando, jamás pueden estar de manera aislada ya que deben cumplir con varios protocolos de seguridad.
La adrenalina y peligrosidad a la que se enfrentan estos profesionales de la comunicación hace que no todos los periodistas estén preparados para estar en las zonas de conflicto.
Bernardo Abad, concejal de Quito, experiodista y corresponsal de guerra cubrió el conflicto bélico en la frontera con Perú, en 1995 y nos cuenta su experiencia.
“Para ser corresponsal de guerra es muy importante que el periodista ame su profesión, se apasione y sobre todo esté preparado tanto psicológica como físicamente, debe estar consciente que en todo momento su vida corre peligro en la zona de guerra y debe estar dispuesto a arriesgarlo todo”.
Abad fue el único periodista ecuatoriano que cubrió el conflicto y manifiesta que existen protocolos para corresponsales y personal civil. “En su momento el ejército ecuatoriano invitaba a los periodistas a realizar los cursos de periodismo de guerra, donde aprendimos tácticas militares, geolocalización sin GPS, manejo de fusiles, cómo actuar en momentos de crisis, entre otras tácticas. Lo más peligroso de la zona de conflicto en ese entonces eran las zonas minadas, que existen hasta ahora en el Oriente ecuatoriano, cuando íbamos a los destacamentos militares debíamos pasar solo por una trocha (camino que abren los militares en la selva) donde los militares especialistas en minas marcaban el camino solo con sus bayonetas, las clavaban en el piso para comprobar que el campo no esté minado y cuando las encontraban en ese momento ellos se encargaban de desactivarlas y guardar los explosivos en una maleta y la mina como tal en otra. Teníamos que pisar literalmente donde ellos dejaban sus pisadas”.
Narrar o cubrir un conflicto bélico es un arte que no todos pueden realizar, ser testigo de lo que sucede en otras partes del mundo, describir el dolor y el sufrimiento que traen las guerras con palabras o fotografías es un reto que no todos están dispuestos a asumir.
Pocos son los periodistas que dan el paso para introducirse en el mundo de la guerra e informar desde allí. El riesgo y la poca información son factores que han dejado esta rama de la comunicación a un lado.
Si quieres saber sobre este y otros temas de interés relacionados al mundo de la comunicación, la carrera de Periodismo de la UDLA espera por ti.
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