El conocimiento es poder. Por eso la información es uno de los bienes más valiosos que tienen hoy las empresas y que si saben aprovecharla, seguramente tendrán una ventaja competitiva en el mercado.

Precisamente se llama negocios inteligentes a aquellos que hacen uso de las tecnologías para recolectar todo tipo de datos que luego son analizados y sirven para tomar las mejores oportunidades, analizar tendencias o simplemente tener las bases para decidir.

En la era de Internet ya no nos podemos quejar de la falta de información o de que no podemos saber con antelación aquello que está sucediendo en cualquier parte del mundo, en tiempo real. Solo es cuestión de saber dónde buscar.

Sin embargo, lo más importante no es acumular esos datos sino usarlos para encontrar relaciones entre ellos que sean de valor y que nos orienten a entender qué está sucediendo a nuestro alrededor.

¿Qué es lo contrario a esta buena práctica? Puras conjeturas, instinto, magia, improvisación.

Los directivos de las empresas están en lo correcto al tener asesores a su lado. De todas maneras un equipo compuesto con ellos ya no es suficiente. Ahora es necesario también integrar a profesionales del Big Data, matemáticos, informáticos pero también consultores que puedan analizar toda esa información y generar reportes.

Esta información evaluada de la manera correcta incluso puede ayudar a predecir y evitar errores durante los procesos de operación de una empresa.

Así, mientras una empresa esté más informada sobre sí mismo y su entorno tendrá más poder. Saber sobre los proveedores, los clientes, las entidades regulatorias, el gobierno… deberá ser una obligación para los negocios que quieran convertirse en inteligentes.

El proceso puede resultar simple gracias a los medios que actualmente están habilitados para las empresas. Solo pensemos en las redes sociales. Allí podemos analizar a nuestros fans más fieles y tener respuestas certeras sobre sus necesidades a través de los comentarios, likes y mensajes que nos dejan.

Con estos datos no solo podemos satisfacer esas necesidades sino analizar las tendencias para desarrollar nuevos productos. Imagina adelantarte al mercado, plantear un producto innovador y lograr que tu público objetivo participe efectivamente en el proceso.

Las tecnologías ayudan en este proceso. Hay software que permite almacenar los datos y cruzar las variables las veces que sean necesarias para encontrar resultados que de otra manera no se tendría acceso.

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