ADN: La ciencia que resuelve crímenes

ADN: La ciencia que resuelve crímenes

¿De dónde venimos?, ¿qué enfermedades podríamos adquirir?, ¿tendremos hijos con alguna afección? Estas y más dudas, son respuestas que el ADN nos podría otorgar. Pues, gracias a su carga de información genética, al avance de la tecnología y al perfeccionamiento de los métodos de genotipificación, los estudios y el desarrollo de perfiles genéticos ha avanzado a tal punto que puedan ser de utilidad en casos de investigación policial y judicial, entre un sinfín de aplicaciones.

¿Cómo aportan los perfiles genéticos en la criminalística?

Existen lo que se conoce como bases de datos forenses mundiales; algunas de ellas, almacenan perfiles genéticos de individuos que han sido implicados en algún delito (como por ejemplo: la base de datos CODIS); mientras que otras, utilizan muestras al azar de la población para generar cálculos matemáticos. Por lo general, cuando ocurre un delito, se toman todas las muestras biológicas situadas en diversos objetos en la escena del crimen y esos perfiles se van sumando a estas bases de datos que, posteriormente, pueden ser comparados de forma automática con otros perfiles genéticos, para encontrar coincidencias con criminales implicados en diversos tipos de delitos.

Tomando en cuenta la importancia de continuar alimentando las bases de datos para cálculos matemáticos, un estudio en el que colabora Germán Burgos, docente investigador de la Universidad de Las Américas, junto a varios institutos, universidades y laboratorios europeos y latinoamericanos, aportó con nuevos cálculos de tasas de mutación.

Te lo explicamos mejor:

Los Short Tandem Repeats (STRs) o Repeticiones cortas en Tándem son los marcadores de ADN que se utilizan en genética molecular para hacer estudios de  paternidad (filiación biológica), criminalística, o distintas enfermedades como el cáncer. El objetivo de este estudio, era utilizar los STRs del cromosoma Y, presente únicamente en hombres, para determinar el linaje paterno de un individuo, ya que por lo general, se mantienen “idénticos” entre padre e hijo durante cada generación.

Sin embargo, suceden ocasionalmente cambios genéticos conocidos como “mutaciones”. El artículo, publicado en la revista Forensic Science International: Genetics, midió con qué frecuencia suceden estas mutaciones en diferentes poblaciones, para que al momento de detectarlas puedan utilizarse para explicar estos casos y ajustar las probabilidades de cálculo según las bases de datos a nivel mundial. Mediante un enfoque de machine learning con análisis de regresión logística se generaron fórmulas algebraicas para estimar la probabilidad de mutación dependiendo de la edad paterna y la longitud de los alelos, que en palabras simples, son los que operan en el ADN como un motor de evolución biológica y que finalmente pueden otorgar características únicas a cada individuo.

Un dato interesante, es que estas mutaciones en el ADN ocurren con muy baja frecuencia, por lo tanto, se requieren analizar miles de dúos (padre-hijo) para poder aplicar una medida más cercana a la realidad biológica. Esta es la razón por la que se hacen estudios colaborativos entre muchos laboratorios, buscando sumar suficiente información a las bases de datos conocidas, que permita hacer cálculos más precisos, aplicables a los casos a nivel judicial.

En conclusión

Finalmente, esta investigación sugiere que esta organización de estudios colaborativos que recogen esfuerzos y sinergias de varios laboratorios, se constituye como una gran estrategia para superar la dificultad de reclutar una cantidad tan grande de datos genéticos. Los datos producidos, analizados y revisados por pares deberían comunicarse adecuadamente, de manera que permitan su reutilización, verificación y reanálisis para futuras investigaciones.

Accede aquí al artículo completo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1872497323001746

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