Un factor fundamental para que un emprendimiento pase a ser un negocio, radica en que existan estrategias dentro del plan de funcionamiento del mismo. Hoy en día, se escuchan varias definiciones de la palabra estrategia; algunas más complejas que otras, pero ¿qué es en realidad una estrategia? En este post, vamos a explicar cómo elaborar un mapa estratégico vinculando los activos intangibles con la creación de procesos; con el objetivo de que te conviertas en un profesional de la estrategia en tu negocio.
Una estrategia es la forma en la que se crea valor sostenido para el negocio, mismo que puede estar fundamentado en activos intangibles y activos físicos. Los activos intangibles de un negocio como la tecnología y el conocimiento, son más difíciles de medir en cuanto a resultados directos, sino que tardan más en mostrar efectos, a pesar de que están directamente relacionados a la estrategia. A continuación se explica las diferentes perspectivas que influyen en una estrategia.
- Perspectiva financiera: describe en términos financieros y de indicadores el resultado de la estrategia.
- Perspectiva del cliente: tiene que ver con los atributos intangibles de la propuesta de valor que se le ofrece al cliente.
- Perspectivas de procesos internos: permite saber el funcionamiento de los procesos relacionados con la propuesta de valor.
- Perspectiva de aprendizaje y crecimiento: en esta perspectiva se agrupan los activos internos y se alinean los procesos internos críticos.
Norton & Kaplan. (2004). Mapas estratégicos. Barcelona: Simnetics.
Para elaborar un mapa estratégico debes:
1. Definir tu misión
La misión debe definir el “why” de tu negocio. ¿Por qué tu emprendimiento existe? Es importante que establezcas la esencia funcional y emocional que hace diferente a tu negocio de la competencia del mercado.
2. Escoger los valores de tu negocio
¿Qué es importante para tu negocio? Estos valores emocionales van a generar el 85% de compras y deben estar anclados a la propuesta de valor.
3. Crear la visión de tu negocio
La visión define, ¿qué queremos ser? Una visión bien definida debe ser el reto que inspire a los colaboradores y clientes para crecer en el futuro.
4. Planear las estrategias y traducirlas en actividades
Los proyectos estratégicos incluyen la definición de la estrategia y las actividades para alcanzarla. Cada actividad que se planee debe tener una inversión / gasto, responsable y timeline.
5. Puntualizar las metas
Para definir las metas se debe saber qué se necesita hacer para alcanzar cada actividad de la estrategia.
6. Plantear los objetivos
El objetivo es el enfoque a futuro que permitirá lograr diferenciadores desde las distintas perspectivas mencionadas anteriormente (Perspectiva financiera, Perspectiva de Procesos Internos, Perspectiva del Cliente y Perspectiva de Aprendizaje y Crecimiento).
7. Enfocar los resultados estratégicos
Los resultados estratégicos deben ir enfocados en tener clientes satisfechos, mejorar los procesos haciéndolos eficientes y eficaces, formar colaboradores motivados y preparados y en tener socios contentos y motivados por los resultados. Si algún objetivo está fallando, los resultados también se verán afectados, por lo que es importante definir cada punto de una manera concreta, realista y tras previo análisis del mercado.
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Autor: PhD (c) Eduardo Jaramillo, socio fundador y presidente de Pacific Advisor, experto y asesor en temas de estrategia, innovación y modelos de negocio, y catedrático de extensa trayectoria.
Este artículo fue publicado originalmente en: https://bit.ly/2GCIMET
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