Por Sandra Muñoz – Directora académica de la Escuela de Negocios UDLA

Esta es una pregunta que a menudo me hacían mis estudiantes de derecho, gastronomía, turismo y educación cuando impartía esta asignatura en mis clases de pregrado hace algunos años. Y claro, no siempre es tan evidente que la contabilidad más que una asignatura, es una herramienta poderosa para la toma de decisiones empresariales que hoy en día se convierte en una necesidad basada en pilares de emprendimiento y globalización dentro de cualquier formación profesional.

Si bien, la información del día a día resulta importante, el conocer la integridad de los datos, la situación financiera actual en la que una empresa se encuentra, saber si se están obteniendo ganancias o incurriendo en pérdidas en las operaciones ejecutadas, el uso que se está dando al efectivo y en análisis sobre la inversión y si está se encuentra en aumento o no, son datos imprescindibles que orientan hacia decisiones más asertivas pues reducen nuestro nivel de incertidumbre.

Todo esto refuerza la necesidad de recopilar información de las transacciones, procesarlas y consolidarlas en reportes periódicos, constituyendo a la contabilidad como una fuente de datos sin los cuales ninguna empresa sería capaz de llevar a cabo la actividad empresarial en óptimas condiciones.

Es por esta razón que las instituciones de educación superior, las escuelas de negocios y los centros de formación profesional han incluido en sus pensum de estudio, cursos de contabilidad que se orientan hacia el desarrollo de competencias de gestión de recursos y toma de decisiones.

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